Gente que Cuenta

Te cuento que…
por Suzan Matteo

Brahmagupta Atril press
“Luego vino Brahmagupta, un tipo que, en el año 628, decidió que aquel hueco merecía reglas propias…”
Fuente: https://pt.wikipedia.org/

Buscaba el tema para contarles hoy, y no se me ocurría nada. Así que, justamente, decidí eso: escribir sobre «nada», ¡sobre el cero! Luego de búsquedas y lecturas (bien complicadas, por cierto), les cuento lo que encontré.

Antes, el «nada» no existía. O, al menos, no se escribía. Los babilonios, que ya sacaban cuentas antes que nadie (los otros estaban entretenidos cazando mamuts), usaban marcas en forma de cuña para dejar un espacio vacío: un hueco, un silencio numérico. Pero no se atrevían a llamarlo número. Era como decir «no tengo nada», pero sin saber cómo escribirlo.

El salto lo dieron los indios, esos mismos que nos regalaron el ajedrez y el curry. En el siglo V, alguien tuvo la audacia de convertir la nada en algo: el «śūnya», el vacío. Luego vino Brahmagupta, un tipo que, en el año 628, decidió que aquel hueco merecía reglas propias. Escribió, con toda la calma del mundo, que «cero más algo da algo». Parece obvio, pero no se le había ocurrido a nadie antes y fue una revolución importante.

El cero cruzó desiertos, bibliotecas y siglos hasta caer en manos de un persa, Al-Khwarizmí (de ahí viene «algoritmo»). Y de allí, gracias a Fibonacci, el cero terminó entrando a Europa, donde tardaron en aceptarlo. No era fácil confiar en un número que era… ¡nada!

Mientras tanto, los romanos seguían felices sin él. Su sistema no lo necesitaba: sumaban y restaban con letras, y si no había nada que contar, simplemente no lo escribían. Para ellos, el cero era una especie de vacío filosófico, no un valor numérico. Usaban la palabra «nulla», y asunto resuelto.

Hoy el cero gobierna el mundo. Está en nuestras cuentas bancarias, en los relojes digitales y en cada línea de código que hace que tu celular funcione. Sin ese cero no habría matemáticas modernas ni inteligencia artificial…

Así que la próxima vez que veas un 0, recuerda: estás viendo la invención más poderosa de todas… ¡la nada convertida en todo!

Suzan Matteo Atril press
Suzan Sezille de Matteo es caraqueña, cosecha del 52; ingeniero industrial aplicada al área social; esposa, madre de dos, que ahora abuelea y escribe desde Inglaterra. suzansezille@gmail.com IG @tomadodeaquiydealla
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