De Te cuento que…, por Suzan Matteo
Excelente tu artículo de esta semana. Por fin pude disfrutar la lectura de algo imparcial. Recibe un cordial saludo.
Tony Rocas
Es verdad lo que dices “que ni el cinismo moderno puede erosionar” sobre la paz. Buen razonamiento querida Suzan. Gracias una vez más.
Ludmila Calvo
Muy bueno, poquito, pero conciso.
Anayra Andrade
De Mi arbolito, por Leonor Henríquez
En esta navidad tu relato me conmovió mucho querida amiga. Hasta recuerdas la canción de Billo, retrocedes una cantidad de Años. Feliz Navidad estimada Leonor. Te envío un fuerte abrazo.
Horacio Machado
Sobre El pellejo duro de Victorino Muñoz
Cierto, cierto, pellejo duro, y nalgas despellejadas de tanto sentarse a trabajar lo inútil. Te acompaño en no sé si frustraciones, verdades, rabietas… todo junto. pero, hermano. No hay dudas, tú eres un excelente narrador, un gran cuentista. No lo digo yo, lo dicen tus cuentos.
Arnaldo Jiménez
Tus lectores te queremos. Te admiramos. No sé cuántos somos, pero eso no es lo que le importa al escritor cuya escritura no es un trabajo sino un modo de mirar y de comportarse ante tantas cosas que existen y que ya estaban hechas cuando nacimos. Lo que le importa al escritor natural como tú, es que sus lectores comprendan y sientan de verdad lo que estás haciendo con el lenguaje para que la vida lo use a tu modo y se le pegue algo de tu conciencia creadora.
José Pulido
Bueno. Siempre se dijo que un tipo puede considerar que está escribiendo bien, cuando otros escritores contemporáneos y reconocidos comienzan a mencionarlo. Tengo mis dudas, yo creo que ocurre cuando expresamente comienzan a ignorarlo. Y sin duda, se necesita pellejo duro, piel de cocodrilo.
Juan Ramón Rivas Pulido
Escribir, escritor y escritura pareciesen tener algún rasgo sinonímico; pero no es así. Ser ESCRITOR es una arquetipicidad que la sociedad siempre ha tenido muy bien definida. Si alguien escribe, valiéndose, ciertamente, de la escritura, no debería llamarse por eso, escritor. El hecho de escribir, no alcanza, tener varias bufandas negras, no alcanza, dejarse crecer el pelo y hasta no peinarse, no alcanza, llegar a una reunión con un libro bajo el brazo, no alcanza, dejarse la barba y usar unos lentes tipo Lennon, no alcanza, llamarse uno mismo poeta o decírselo a otro amigo, no alcanza, usar una gorra inglesa, no alcanza. Para ser ESCRITOR hay que dejar que la misma sociedad, después de leer tus libros, te lo reconozca. Muchos escribimos; pero no somos ESCRITORES. EL escritor es casi un Dios, y la mayoría de nosotros tenemos una partida de nacimiento que revela que nacimos en el hospital x, es decir , no venimos del Olimpo, y que los padres son fulano y mengana. Es más, muchos de los que han escrito algún poema o 3 cuentos breves, al morirse es que alcanzan el grado de escritor, no por su escritura, sino que a la gente después de muerta, los vivos tratamos de buscarle alguna virtud.
Duglas Moreno
Fui el pulgar # 31. Es difícil escribir y no hacerse esa reflexión, Victorino. Es más honesta que decir “Yo no me planteo eso. Yo escribo y ya” Y en las noches dan vueltas y vueltas en la cama sin poder dormir porque la duda los carcome. Una variante de ésta es “Yo no escribo para ganar premios” O “Yo no escribo para publicar” Dan ganas de desmontarles la pose y preguntarles ¿Entonces, para qué escribes? ¡Escribir! Ya lo dijo Don Quijote “Componer libros es una tarea muy agotadora” Yo le agrego, además de solitaria e ingrata.
Pedro Querales
Qué interesante, amigo Victorino Muñoz, ¡esta vez quise escribir su nombre como es! Sí, cada vez que se escribe, siempre esperamos algo, ¡indivisible que permanezca por lo menos un tiempo en la memoria! Pero que resuene, en nuestro cerebro, como algo serio. ¡El atril, es un ejemplo! Fuerte abrazo, amigo.
Eduardo Hidalgo
