Gente que Cuenta

Zona de confort,
por Victorino Muñoz

Library with a cat Atril press
“Mi gabinete de lectura es el espacio donde habitualmente trabajo y paso la mayor parte del tiempo, escribiendo, también leyendo, escuchando música, tocando la guitarra o acariciando a la gata…”
Fuente: https://www.pexels.com/pt-br/

Mi historia es más o menos así. Comencé a trabajar a los 14 años con un tío, en una fábrica de resortes. De ahí pasé a hacer un curso en el Ince y luego trabajé en un banco. No voy a aburrirlos con los detalles de los demás empleos, que incluyen labores que van desde la preparación de perros calientes hasta la venta ambulante de ropa.

Pero sí les puedo decir que, mientras estaba trabajando, terminé mi bachillerato en el liceo nocturno y de allí pasé a la universidad, donde me gradué cum laude. E hice de inmediato el postgrado.

Ya para entonces era profesor de la universidad, o de universidades, porque estuve en varias, públicas y privadas, muchas veces de manera simultánea. Había épocas en que dictaba más horas de clase que las horas que tiene una semana laboral normal.

Por otro lado, están hablando con una persona que desde que se graduó no sabe lo que es eso de salir a rumbear, de tomarse el dinero de bonos navideños o vacacionales (cuando los había) para irse de viaje o comprar ropa cara.

Cero gastos superfluos, exceptuando lo que invertía en libros (aunque esto no es gasto sino inversión). Y es que yo me crié en un ambiente modesto, pero con gran afición por la lectura. De hecho, mucho de lo que leí en mis primeros años era prestado o de bibliotecas.

Solo después de cierta edad comencé a adquirir libros, como decía. Incluso, compré los que había leído ya, así como casi todos los que tuve de textos de consulta en la universidad: que si Hauser, Highet, Lapesa, hasta el esbozo de la RAE…

Pero todo lo demás me lo ahorraba, hasta que pude conseguir primero un apartamento modesto, y luego esta casa más grande, donde por fin tengo un espacio como el que siempre quise.

Mi gabinete de lectura, así lo llamo, con bibliotecas de pared a pared, es el espacio donde habitualmente trabajo y paso la mayor parte del tiempo, escribiendo, también leyendo, escuchando música, tocando la guitarra o acariciando a la gata (tengo una gata de biblioteca).

Está hecho a mi imagen y semejanza, aquí disfruto y me siento a mis anchas. Pienso, mirándolo, en lo que me costó llegar hasta aquí, en el tiempo, el esfuerzo y el dinero… todo para que venga un imbécil, que solo tiene un Smartphone y cuentas de redes sociales, a decirme que debo salir de mi zona de confort.

No le respondo como se debe, porque me pueden censurar. Pero sepan que a esa gente no hay que prestarle atención. Si usted trabajó por lo suyo, quédese donde está, que bien se lo merece, y mande a los necios a que vayan a hacer algo más constructivo que andar posteando idioteces sin conocimiento de causa.

En suma, defienda su zona de confort. Usted se la ganó.

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Victorino Muñoz valenciano, autor de "Olímpicos e integrados", ganador del Concurso de Narrativa Salvador Garmendia del año 2012 y "Página Roja", publicado en la colección Orlando Araujo en el año 2017. rvictorino27@hotmail.com Twitter:@soyvictorinox Foto Geczain Tovar
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