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Rafael Victorino Muñoz

Las malas hierbas,<br/>  por Victorino Muñoz
148c, Rafael Victorino Muñoz

Las malas hierbas,
por Victorino Muñoz

En una de las novelas de Milan Kundera, el personaje principal, apodado el poeta, tuvo como su primera frase de cabecera: La vida es una mala hierba. Aunque el autor no se preocupa por darle una interpretación muy precisa, según las acciones que tienen lugar en la historia, tal vez sea cierto.Sí. La vida es como una mala hierba. Pese a lo que podría pensarse, esto es un elogio; y es que tenemos que desagraviar a las malas hierbas, ya que no son tales, sino tal vez todo lo contrario.Para empezar, debemos quitarnos la idea de que hay un conjunto de plantas que deben ser llamadas por este nombre. Es decir, eso que denominamos malas hierbas constituyen una gran diversidad de especies, muchas de las cuales no tienen relación de parentesco entre sí, no son familia.Lo que sucede es que, en esa fo...
El controversial OJ,<br/> por Victorino Muñoz
147b, Rafael Victorino Muñoz

El controversial OJ,
por Victorino Muñoz

Ha fallecido Orenthal James Simpson, mejor conocido como OJ. Fue una superestrella del fútbol americano, que se hizo mundialmente famoso por su desempeño en el deporte y por otras razones no tan meritorias, de las que hablaremos acá. Para quien no lo sabe, en fútbol (soccer) y fútbol americano, se necesita lo que se conoce como fuerza explosiva. Es lo que permite a los jugadores y corredores de velocidad, entre otros, desarrollar toda la potencia posible en un intervalo corto de tiempo, al igual que esos vehículos que pasan de cero a 100 en cuestión de segundos. Ahora bien, en muchos de estos deportistas, también dichas explosiones se evidencian en el carácter. Y por ello no es OJ Simpson el único en el que la violencia pasa a ser la protagonista, dejando el deporte en un segundo...
Mi encuentro con Garmendia,<br/> por Victorino Muñoz
146c, Rafael Victorino Muñoz

Mi encuentro con Garmendia,
por Victorino Muñoz

He conocido algunos escritores importantes de Venezuela, de los que aparecen en la historia de la literatura. A Garmendia me lo encontré en el pasillo de la feria del libro de Caracas, no recuerdo el año (pudo haber sido entre 1995 o 1997, quizás). En esa época la hacían en la zona rental de la Plaza Venezuela. Él me saludó, creyendo reconocerme. Yo, a falta de otro apelativo, le dije:- ¿Cómo está, profesor?Él se sintió con confianza para confesar su preocupación y su apuro:- Bien. Chico, tengo que presentar ahorita este libro y no lo he leído. ¿Tú conoces a este autor?Casualmente se trataba de uno de los amigos con los que iba a encontrarme esa noche allí en la feria, para tertuliar un poco: un joven narrador (joven para la fecha), que formaba parte de una generación que parecía estar eme...
¿De verdad te pasó eso?,<br/> por Victorino Muñoz
145b, Rafael Victorino Muñoz

¿De verdad te pasó eso?,
por Victorino Muñoz

No han sido pocas las veces que alguien, al leer alguno de mis relatos, me ha preguntado si de verdad me sucedió a mí eso que estoy contando. Lo preguntan como con cierta vehemencia, como si de ello dependiera la aceptación definitiva de que les agradó, como si el juicio favorable estuviera en suspenso hasta aclarar si todo aquello es verdadero.(Recientemente me plantearon otra interrogante, más intensa y más graciosa acaso; me preguntaron si no me daba algo de vergüenza o temor exponer así, a la luz pública, situaciones más bien íntimas).De una manera u otra he tratado de responder queriendo pasar por una persona que tiene ideas elevadas (es duro esto de ser o parecer intelectual: siempre se tiene que dar una respuesta digna de un hombre de talento e ingenio, como decía de sí mismo aquel ...
Mundo de papel,<br/> por Victorino Muñoz
144b, Rafael Victorino Muñoz

Mundo de papel,
por Victorino Muñoz

…mirando con lentes aquel certificado que prueba que nació muy pequeñito. César Vallejo Días atrás tocaba renovar el documento de identidad. Debía llevar la partida de nacimiento; pero como no quería hacer un trámite adicional, y pensé que habría una copia de este último documento por ahí, me puse a revisar un montón de papeles viejos que tenía en un armario. Resulta que hasta encontré los diplomas de excelencia de la primaria. Son cosas que uno guarda porque no se pueden botar. Y porque no se sabe si el día de mañana alguien te dice que lo necesitas para un trámite. Pero, claro que nos engañamos en algunos casos, en muchos diría yo, archivando estos y otros papeles. En tal caso, nada más prefiero tener mi nombre en libros impresos por las grandes editoriales, antes que en to...
Posesión textual,<br/> por Victorino Muñoz
143c, Rafael Victorino Muñoz

Posesión textual,
por Victorino Muñoz

Cuando yo era un adolescente inexperto, y aún no aprendiz de escritor, tuve la oportunidad de leer una novela sobre un joven, otro adolescente inexperto, aprendiz de escritor, que quería- hoy ya puedo reconstruir la frase completa- ser sublime sin interrupción.A esa edad, me excuso hoy, no me importaban mucho los títulos de los libros, ni los nombres de los autores; sé que me lo prestaron, lo leí rápidamente y lo devolví, más preocupado por el hecho de que me prestarían otros que por el placer en sí.Y de todos los que leí en mi primera época verdaderamente feliz de mi vida como lector, ese fue precisamente el que más indeleble se presentaba en la memoria. Nunca quise preguntar a nadie, por el temor de que resultara ser literatura no muy seria aquella que veneraba tanto mi memoria.Pero en e...
Dios salve al rey,<br>por Victorino Muñoz
142c, Rafael Victorino Muñoz

Dios salve al rey,
por Victorino Muñoz

 No me cabe duda de que en el mundo del deporte se hace un uso abusivo de las estadísticas. A veces hasta inventan cosas tan enrevesadas como que un jugador anota más puntos cuando lleva las trencitas o usa coleta. Ganas de tener algo que decir, mientras transcurre el juego.Ahora, eso lo entiendo de deportes que son más lentos en el accionar, como el béisbol; o los que a veces caen en un bache y parece que no sucede nada, como en el fútbol. No obstante, en baloncesto no creo que haga falta esto, ya que es un deporte bastante dinámico.En fin, a lo que iba. Pese a que Shaquille O'Neal dijo en una ocasión que la única cifra que importa al final del juego es aquella que dice quién ganó, recientemente el deporte de los gigantes ha vuelto a ser noticia por una estadística.Se trata de LeBron Jame...
No hay tal lugar,<br/> por Victorino Muñoz
141c, Rafael Victorino Muñoz

No hay tal lugar,
por Victorino Muñoz

Desde que el mundo es mundo, no hay cabeza, por muy modesta que sea, incluso por conforme que sea, que no haya pensado alguna vez en su utopía personal. Cualquiera va y te dice lo que debe ser y lo que no, en ese su soñado estado de cosas, aun cuando no se lo estés preguntando (y normalmente no se los estamos preguntando).De esto, se infiere que esa creencia de que estamos en el mejor de los mundos posibles, o de verdad la sostienen muy pocos (tan pocos que nunca he llegado a conocer a alguien que no quiera cambiar algún detalle, por mínimo que sea), o solo se dice de la boca para afuera, cuando no podemos protestar porque no nos conviene, porque lo que nos desagrada, el trabajo o, más específicamente, el jefe, lo tenemos al frente, con los brazos en jarras y el entrecejo fruncido.En tales...
Loco pero no idiota,<br/> por Victorino Muñoz
140b, Rafael Victorino Muñoz

Loco pero no idiota,
por Victorino Muñoz

El hombre, notando algo extraño, detiene el carro y se baja. Un neumático está bastante bajo. Por suerte tiene el repuesto. Así que se dispone a hacer el cambio. Cuando está sacando las herramientas de la maleta, siente que una gota de agua le cae en la cara. Mira al cielo: se ve bastante nublado. Aún así decide proseguir con la maniobra. Tal vez le dé tiempo. Afloja los tornillos y los deja en el piso, junto a la rueda averiada. Pero esta se encuentra como atascada, por el polvo o el óxido. Tiene que hacer mucho esfuerzo ladeándola, hasta que cede y por fin la saca. No puede celebrar su pequeña victoria, porque se suelta el aguacero que se venía anunciando. El hombre se refugia en el vehículo. Durante varios minutos prácticamente no se ve nada del exterior. Por suerte la l...
Maratón mortal,<br/> por Victorino Muñoz
139c, Rafael Victorino Muñoz

Maratón mortal,
por Victorino Muñoz

  Recientemente el mundo del atletismo de fondo se ha visto sacudido por el repentino y accidentado fallecimiento de un prometedor atleta en la plena flor de su condición física. Se trata de Kelvin Kiptum, quien hace poco fijó la marca en el maratón, amenazando con ser el primer humano en bajar de las dos horas en una competencia oficial. Hasta donde tengo conocimiento es la tercera vez que esto ocurre. Así, el caso de Kiptum viene a sumarse al de Steve Prefontaine y Samuel Wanjiru. Steve Prefontaine, atleta norteamericano de fondo y semifondo, llegó a ser plusmarquista hasta en siete distancias distintas. Sin embargo, en el mejor momento de su carrera deportiva, se volcó en su vehículo. Se dice que posiblemente el accidente se debió al exceso de alcohol, ya que venía de una f...
Mi ídolo personal,<br/> por Victorino Muñoz
138c, Rafael Victorino Muñoz

Mi ídolo personal,
por Victorino Muñoz

El boom de la película La sociedad de la nieve, que aún no he visto por distintos motivos, me ha desbloqueado un recuerdo, como se dice ahora. Hablando con una amiga interesada en el tema, le confesé que mi ídolo de la infancia era Fernando Nando Parrado, uno de los sobrevivientes de la tragedia ocurrida en Los Andes Chilenos hace más de 50 años (y de la cual muchas personas vienen enterándose solo ahora). Cuando yo era niño, mi abuelo era asiduo comprador de las famosas Selecciones del Reader Digest. Gracias a uno de los libros condensados (como se llamaba una de las secciones de dicha publicación), fue que pude conocer por primera vez la historia, más o menos en el año 79. Yo quedé enganchado, no solo por el tema en sí, sino por un asunto de superstición. Comienzo por señalar q...
Ciudades verdes,<br/> por Victorino Muñoz
137c, Rafael Victorino Muñoz

Ciudades verdes,
por Victorino Muñoz

A menudo veo esas fotos de ciudades en otras partes del mundo, ciudades supuestamente ordenadas, como dibujadas con compás y escuadra: rectilíneas las calles, cuadriculadas las manzanas, o dispuestas radialmente, según venga el caso y haya sido la predilección de los urbanistas o gobernantes. No obstante, en muchas de ellas noto un detalle: faltan árboles, o hay más edificios y, en consecuencia, mucha más gente que árboles; de modo que estos poco se ven y poco pueden o podrían hacer. Me refiero al hecho de que un árbol absorbe cierta cantidad de dióxido de carbono. Se estima que entre 10 kg y 30 kg de CO2 al año, dependiendo de la especie y el tamaño. Pero un ser humano puede emitir o contribuir a generar mucho más que esto. De hecho, se afirma que hacen falta 20 árboles por pers...