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Rafael Victorino Muñoz

El mundo como espejismo, por Victorino Muñoz
117a, Rafael Victorino Muñoz

El mundo como espejismo, por Victorino Muñoz

Día a día veo cómo hay cantidades de personas, de todas las edades, razas, condición económica, estado civil, orientación política y un largo etcétera, desviviéndose por darles likes y hacer comentarios en las cuentas de redes sociales de artistas, DJs, influencers, youtubers, deportistas, candidatos y demás celebridades surgidas de distintos sectores. Esto no tiene nada de malo en sí, ni lo voy a criticar. Cada quien pierde el tiempo de la manera que mejor le parece y cada vez disponemos de mejores recursos para perder el tiempo. Sin embargo, no deja de parecerme curioso, (y lo de curioso es un eufemismo), que las personas a las que admiran no sean realmente quienes son. ¿En qué sentido o por qué lo digo? Por varias razones. En primer lugar, lo que ven esas cuentas de redes, des...
Carta a un joven…<br/>por Victorino Muñoz
118c, Rafael Victorino Muñoz

Carta a un joven…
por Victorino Muñoz

Pensé en titular este texto “carta a un joven escritor”; pero no sé si al final de leerlo quieras de verdad ser llamado así. Y es que, después de pasar más de treinta años tratando de escribir, me ha dado por pensar que tal vez elegí el camino equivocado. Digo, con treinta años trabajando como ingeniero, médico o abogado, serán pocos los profesionales que digan que no saben nada de lo que hacen, como digo yo hoy. Y algunos de ellos tal vez habrán obtenido algo de dinero y ahorrado. Pero yo ni eso. Tras tres largas décadas, no he ganado más que un poco de dinero por un premio (lo que gané me alcanzó para un almuerzo); y lo de las ventas de libros... ¿cuáles ventas? Lo peor es que cada vez que comienzo a escribir un nuevo libro parece que la experiencia no me sirve de mucho, a d...
Joselyn Break,<br/> por Victorino Muñoz
116c, Rafael Victorino Muñoz

Joselyn Break,
por Victorino Muñoz

Hace como unos diez años, estaba yo entrenando en el Misael Delgado de Valencia y coincidí con un grupo de corredores de élite, dirigidos por Luis Arias. Entre los que corrían en la pista estaban Lervis Arias y Yolimar Pineda, dueños absolutos, para ese tiempo, del fondismo en el país, pues ganaban prácticamente todas las carreras en las que participaban. Y Yolimar aún hoy día sigue siendo la única venezolana en haber competido en un maratón, tanto en juegos olímpicos como en mundiales.Además, había una chica que yo veía por primera vez. Joselyn Brea, tal era su nombre; tenía como 18 años entonces. Me dijeron que era de Valencia (Carabobo), pero competía en España; y venía de haber ganado el mundial juvenil de duatlón, especialidad que combina la carrera de fondo con el ciclismo.En el día ...
Ciudad de senderos,<br/> por Victorino Muñoz
115c, Rafael Victorino Muñoz

Ciudad de senderos,
por Victorino Muñoz

Soy un senderista un poco menos que aficionado, ya que lo practico de manera no tan asidua como quisiera, pues dedico mucho más tiempo a la carrera de fondo y también un poco al ciclismo.Sin embargo, el senderismo es una actividad que me atrae bastante. En otro momento profundizaré en sus ventajas. Por ahora, me quedo con una: contemplar la ciudad desde lo alto. Y es que soy un enamorado de Valencia, y me gusta verla en sus diversos ángulos.Afortunadamente, Valencia es una ciudad rodeada de muchas montañas y también de mucho verde, puesto que tenemos la doble suerte de que los cerros conservaron la capa vegetal y no fueron reemplazados los árboles por construcciones precarias, valga el eufemismo.Ahora, lo que quería decir es que para quien practica el senderismo, Valencia es una ciudad ide...
El último habitante,<br/> por Victorino Muñoz
114b, Rafael Victorino Muñoz

El último habitante,
por Victorino Muñoz

Dicen que en Venezuela el yagrumo (Cecropia peltata) es más común en la región de los Andes. Aunque también he leído que está extendido por buena parte de América Latina y el Caribe. Se trata de una planta alta, que llega a los veinte metros, de tronco no leñoso y hojas grandes, como en forma de una mano humana. Vistas de lejos, dichas hojas se ven como si fueran blanquecinas o hechas de ceniza. El yagrumo ha arraigado en Valencia. Pero, por alguna razón que no busco comprender, nace y crece en un hábitat muy curioso: las casas viejas, abandonadas, por no decir derruidas. Sobre todo las de construcción antigua, que tienen o tenían paredes de bahareque y techos de caña amarga. Cuando paso frente a una de ellas (abundan en el centro de la ciudad, por donde vivo), siempre echo un...
Un cafecito, por favor,<br/> por Victorino Muñoz
113b, Rafael Victorino Muñoz

Un cafecito, por favor,
por Victorino Muñoz

Desde el principio comienzo aclarando que soy tomador de café. Y aunque hay quienes dicen que esta infusión aromática también es una droga, yo difiero de esa visión. Tal vez sea adictivo y para algunas personas puede resultar dañino, pero no creo que cause el mismo impacto psicológico, familiar, social, en la salud y hasta en la economía, que tienen otras sustancias psicoactivas. Por ejemplo, quienes consumen drogas en cierto modo financian a los carteles que matan gente y que corrompen a los distintos estamentos de la administración pública en casi todos los países del mundo. No me dirán que eso pasa con el café. Hay quienes piensan que la solución sería legalizar la droga. En otro momento discutiré eso. Por ahora, les adelanto que el alcohol ya es legal, y sigue siendo tan pern...
Mal romance,<br/> por Victorino Muñoz
112c, Rafael Victorino Muñoz

Mal romance,
por Victorino Muñoz

Hace algunos años, andaba yo vagando, en uno de esos días en que no hallaba más qué hacer, ya que no tenía perro ni gato que me ladrara o maullara, respectivamente. Y como no suelo ser tan asiduo de los centros comerciales, porque no le veo el chiste a ver en vidrieras cosas que no voy a comprar, me senté en el parque a leer.Ese parque suele ser bastante concurrido los fines de semana. Sin embargo, yo traté de buscar un lado más o menos escondido y me armé de unos audífonos para aislarme más. Pese a ello, no tardaron en notarme unos jovencitos, que andaban con unos papeles, acercándose a la gente, como pidiendo autógrafos o haciendo encuestas.Yo me hice el loco. Pero me vieron, se aproximaron y me hicieron señas, dando a entender que debía quitarme los audífonos, porque querían hablarme de...
Las hormigas del universo, por Victorino Muñoz
111b, Rafael Victorino Muñoz

Las hormigas del universo, por Victorino Muñoz

Al igual que hicieron muchos de ustedes, posiblemente, en mi infancia yo fui un gran observador de las hormigas. Sin embargo, tal observación era una mera excusa para ponerme a especular sobre diversos temas, más o menos trascendentales.Por ejemplo, pensaba en cómo nos verán las hormigas. ¿Sabrán que somos seres vivos o solo notarán algo así como una enorme sombra? ¿Pensarán que somos una nube que pasa o algún planeta o cuerpo celeste con una órbita cercana a sus hormigueros? ¿Percibirán nuestra voz como nosotros el trueno, o serán tan sordas como mucha gente lo es al ruido de fondo de las grandes ciudades?También me imaginaba qué pasaría si las hormigas construyeran telescopios y otros aparatos para escucharnos y observarnos. ¿Entenderán los gestos de nuestra cara? ¿Comprenderán el sentid...
El arte de la crítica, por Victorino Muñoz
110c, Rafael Victorino Muñoz

El arte de la crítica, por Victorino Muñoz

  Actualmente, no soy muy dado al arte de la crítica, en la literatura o en el arte en general. No la practico ni entiendo bien su función, ya que la persona que crea ni se enterará de lo que uno dice, y menos aún me parece que esta vaya a cambiar lo que hace para complacer la opinión de un tercero. A lo sumo, la crítica tal vez le sirva al que la hace. Es decir, leyendo a otros piensa y reflexiona acerca de lo que él mismo produce, perfilando los criterios para evaluar sus textos propios. Entonces, más bien debería guardarse sus comentarios para sí, pensarán ustedes. Y les concedo razón. Aunque, claro está, esto solo aplicaría en el caso de los críticos que a su vez son artistas. Porque, de lo contrario, sus opiniones solo sirven para meter cizaña, alentar vanidades o destrui...
Cruce de líneas, por Victorino Muñoz
108c, Rafael Victorino Muñoz

Cruce de líneas, por Victorino Muñoz

En algún momento de mi juventud, como tantos otros (quizás con excepción del que se inscribe en un seminario y va para cura), yo andaba medio extraviado, con más tendencia a la mala conducta que a la buena. Pero cuando cumplí los 18, parece que caí en cuenta de que si no enderezaba el rumbo, iba a parar a la Navas Spínola, como se le dice aquí a la comandancia de la policía; y ya no tenía el salvoconducto que significaba para esos tiempos el ser menor de edad. Sin embargo, no decidía qué hacer. Estaba entre la música y el deporte. Pero las decisiones en la vida parece que se toman solas; como cuando uno piensa en si quiere comer empanadas de pollo o carne, pero cuando va a comprar solo hay de queso. Así las cosas, iba yo una mañana caminando por el centro de la ciudad, creo qu...
Días de cine, por Victorino Muñoz
107c, Rafael Victorino Muñoz

Días de cine, por Victorino Muñoz

Antaño, si mal no recuerdo, iba al cine. Pero, desde que todo se convirtió en sagas de diverso tipo (incluyendo las detestables de rápidos y furiosos), historias de súper héroes y remakes de Disney, ya ni me asomo por esos sitios. En casa me pasa otro tanto. La televisión está allí. Si alguien la enciende, por lo general no soy yo. Acaso veo algunos juegos, cuando son finales de ligas y cosas así. Hasta tuve Netflix y dejé que se perdiera. Sufro de abulia audiovisual (por eso no uso Tik-tok). No soy tan amigo de las películas. Tampoco me entusiasman las series. La última que vi fue El zorro. Creo que en lo que va de año 2023 llevo como unas cuatro películas; pero van más de veinticinco libros. Y me parece que leo los libros como si fueran una teleserie. Avanzando un poco cada ...
Releernos siempre, por Victorino Muñoz
106c, Rafael Victorino Muñoz

Releernos siempre, por Victorino Muñoz

Una de mis tantas manías raras (¿hay manías normales?) es llevar la cuenta de los libros que leo cada año. No voy a decir el total, para que no digan que ando presumiendo (porque es lo primero que dicen los envidiosos y resentidos). Así, me he dado cuenta de varias cosas. Por ejemplo, una gran tendencia a preferir la literatura en mi idioma y la de mi país. En otro momento hablaré de las razones de tal preferencia. En este artículo me gustaría comentar cuáles son los autores venezolanos que he releído, porque elegir releer denota que damos un valor mayor a dicha obra. El libro que más veces he leído hasta ahora ha sido Casas muertas. Creo que pasan de seis las lecturas. Y varias de ellas fueron cuando aún estaba en la escuela. Era uno de los pocos que había en casa; pero también ...