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Rafael Victorino Muñoz

Discúlpame pero perdóname,<br/> por Victorino Muñoz
161d, Rafael Victorino Muñoz

Discúlpame pero perdóname,
por Victorino Muñoz

¿Que te perdone, yo? ¿Que te perdone? El santo Cachón Hay una nueva corriente de pensamiento que predica el perdón a toda costa y ante cualquier circunstancia. Según los devotos de esta tendencia, hay que perdonar para liberarse, para no llenarse de odios. Perdónenme, pero yo disiento de estas posiciones. Y no porque sea rencoroso. Quienes me conocen saben que más bien tiendo a ser tibio, cuando no frío, en las reacciones emocionales. Así que no atesoro odios. No obstante, cuando una persona ha actuado de mala fe hago como con esas tiendas donde no nos tratan bien: no vuelvo, no paso por allí, cruzo la calle, sigo de largo, compro en otro lado. O no compro nada. Aclaro y enfatizo: no estoy molesto, ni dolido siquiera. Con las personas y las tiendas es una decisión que tomo de ...
Un maestro de la palabra,<br/> por Victorino Muñoz
162c, Rafael Victorino Muñoz

Un maestro de la palabra,
por Victorino Muñoz

De todas las personas por quienes he sentido gran afecto y que ya no están en este plano, una de las que más extraño es mi gran y admirado maestro Freddy Castillo, rector fundador de la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy. He contado en otras ocasiones cómo nos conocimos, pero no me cuesta nada repetirlo: me recomendaron para que fuera a buscar trabajo en dicha institución. A él no lo conocía personalmente. Entré a su oficina y lo primero en lo que se clavaron mis ojos fue en un ejemplar de Bioy Casares, con la palabra “Borges” en el grueso lomo. Él advirtió mi sorpresa y tomó el libro. Así comenzó un largo diálogo, que solo cesó poco antes de su muerte. Cuando salí de la entrevista, mi esposa me preguntó si me habían dado el trabajo; yo le respondí: – Creo que sí...
Catorce veces,<br/> por Victorino Muñoz
160c, Rafael Victorino Muñoz

Catorce veces,
por Victorino Muñoz

Abderrahmán III, monarca que reinó durante más de medio siglo en el Califato de Córdoba, cuenta en sus memorias:Tesoros, honores, de todo he gozado, y todo lo he agotado. Los reyes, mis rivales, me temen y me envidian. Todo lo que desean los hombres me ha sido concedido por el cielo. Pero en este largo espacio de felicidad aparente he calculado el número de días que me he sentido feliz. Este número asciende a catorce…Por lo general asumimos que poderoso y afortunado son sinónimos. Quizás muchos concuerden en que no es así y que se puede ser un rey desdichado en amores, o depresivo, o ambas cosas. Se han visto casos. Pasa mucho con los artistas, que son como los reyes de ahora.Por otra parte, tal exclamación revelaría que tal vez la felicidad sí existe, pero se llega a ella muy pocas veces,...
None of my business,<br/> por Victorino Muñoz
159c, Rafael Victorino Muñoz

None of my business,
por Victorino Muñoz

Meterse en la vida de los otros pareciera ser, en los tiempos que corren, el mayor entretenimiento que existe. Da la impresión de que es lo que mueve el mundo: no es la información, sino el chisme, el cuarto poder.Y aunque no siempre se nota la diferencia que hay entre una y otra, es necesario saber que chisme es toda aquella información que no necesitas, para nada, en tu vida.La frase en inglés no podría ser más clara. None of my business significa no es mi asunto y no es mi negocio. O sea, ese dato no me genera ganancias, en ningún sentido.Entonces ya sabes la verdad: eres chismoso si lees y comentas noticias de este tipo:Que si la amante de Piqué se comió la mermelada que había en la nevera, como el barbarazo de la canción de Wilfrido... eso es asunto de ellos tres; porque, hasta donde ...
Te cuento un cuento,<br/> por Victorino Muñoz
158c, Rafael Victorino Muñoz

Te cuento un cuento,
por Victorino Muñoz

No sé qué dirán los poetas cuando les preguntan sobre su arte aquellas personas que no escriben. Yo, que no frecuento la lírica, sino la narrativa y el ensayo, me pregunto más bien por qué hay personas que no escriben. Y es que, puestos a ver, todo el mundo tiene una opinión sobre las cosas, los hechos, la vida, la política… tantos temas. Yo también; solo que expongo sobre el papel mis opiniones y no únicamente en conversaciones. Así que escribir no me parece nada raro, nada por lo cual tendrían que estar interrogándome. Lo mismo puedo decir del hecho de urdir narraciones, cuentos o novelas. Me parece la cosa más natural del mundo. Cuando nos reunimos con amigos, ¿qué otra cosa hacemos sino contar historias, aparte de emitir opiniones, como destaqué en el párrafo anterior? Y s...
Tutti paparazzi,<br/> por Victorino Muñoz
157c, Rafael Victorino Muñoz

Tutti paparazzi,
por Victorino Muñoz

Desde el siglo pasado, los paparazzi han sido considerados por muchos como unos seres detestables, una plaga. Pero para otros son un mal necesario, pues constituyen los principales proveedores de material novedoso para las revistas de farándula (léase: revistas especializadas en chismes sobre personas famosas). Los principales críticos de los paparazzi suelen ser las mismas celebridades, quienes se sienten permanentemente acosados, no pudiendo andar tranquilamente por allí sin que venga alguien a tomarles una foto para luego publicar una noticia del tipo “Madonna sale de compras”, “Britney Spears saca a pasear a su perrita y se hace pis” (la perrita, no Britney). Se dice que el término surgió de un personaje de La dolce vita, la película de Fellini. Según contó el célebre directo...
El lector quisquilloso,<br/> por Victorino Muñoz
156b, Rafael Victorino Muñoz

El lector quisquilloso,
por Victorino Muñoz

Sé que la ficción es la ficción, y que leer una obra supone olvidarse un poco del mundo que nos rodea, pues por más que un relato guarde relación con la realidad del escritor o con alguna otra, lo que ocurre en la historia es un universo en sí, con sus propias leyes incluso. Claro que también uno distingue entre la ficción fantástica o maravillosa y la realista. Sé que, si se trata del primer tipo de relatos, no me extrañaría que alguien saliera volando de repente en alguna página. Y aun dentro de los de corte realista, si es algo completamente ficcional, no exijo tanta rigurosidad. Pero, cuando se comienzan a hacer precisiones históricas dentro del relato, hay que ser un poco más fieles, para evitar los anacronismos, ya sea de palabras o de hechos, que no se corresponden con la ...
De Murphy y celulares,<br/> por Victorino Muñoz
155c, Rafael Victorino Muñoz

De Murphy y celulares,
por Victorino Muñoz

Cuando borras un número que piensas que no vas a necesitar, al día siguiente será muy necesario comunicarse con esa persona. Continuación: La posibilidad de que por accidente se borre un número de la agenda es directamente proporcional a la necesidad que tenemos de comunicarnos con la persona. Corolario: Por alguna extraña razón, nunca se borran solos los teléfonos de las ex. No guardes un celular viejo pensando que podrás usar alguna parte como repuesto algún día. Corolario: tampoco la batería. Si el teléfono no ha sonado en todo el día, va a comenzar a repicar justo cuando estamos bajo la ducha. Corolario: Pero si estás esperando una llamada importante, no te quedes parado frente al teléfono. Va a sonar justo cuando entres al baño. Un mensaje que llega con retardo l...
Turismo interno,<br/> por Victorino Muñoz
154d, Rafael Victorino Muñoz

Turismo interno,
por Victorino Muñoz

Mientras mucha gente espera días feriados o de vacaciones para poder salir de la ciudad e ir a la playa, a Mérida, los Llanos o a donde les alcancen el presupuesto y la gasolina, yo espero el momento de poder disfrutar de mi ciudad a solas, y sentirla más mía.En fechas como esta salgo a caminar, me como un helado, me tomo un café; o no hago nada en particular, salvo deambular por aquí y por allá. Luego, aprovecho de andar por el centro, que normalmente es una barahúnda de carros, de motos, de gente de todo tipo: vendedores ambulantes y no tanto, los que dicen que te cuidan el carro, los que te venden baratijas inútiles, los que te piden sin más ni más o andan viéndote para quitarte algo sin pedírtelo...Todos ellos y muchos más no están. Y particularmente no está ese ruido infernal que hace...
Litera bla bla,<br/> por Victorino Muñoz
153b, Rafael Victorino Muñoz

Litera bla bla,
por Victorino Muñoz

Nunca me ha gustado tener conversaciones con esas personas que dan vueltas y vueltas para contar un asunto. Algunos parece que quieren adornarse y consideran necesario dar detalles que a la postre no hacían falta. Por eso tampoco me gusta la política.Me ha sucedido con este tipo de personas que, cuando comienzan a dar sus explicaciones, haciendo largos exordios y prolegómenos, yo me pierdo y divago. En una ocasión le preguntaba a una profesora experta en alimentación algo sobre el origen del café. Después de media hora, yo andaba como en las nubes cuando de repente escuché que decía:- Y ese es el origen del café…O sea, en algún momento respondió y yo no me enteré. No era la primera vez que me sucedía algo así. Pero me temo que no sea la última, porque tanto en la vida real como en la liter...
Universo apócrifo,<br/> por Victorino Muñoz
152c, Rafael Victorino Muñoz

Universo apócrifo,
por Victorino Muñoz

Para que los que no lo saben, apócrifo o apócrifa, referido a una obra, especialmente literaria, quiere decir que es “de dudosa autenticidad en cuanto al contenido o a la atribución”, según lo señala el diccionario de la Real Academia Española. Pienso que los que no lo saben deberían saberlo, dada la gran cantidad de apócrifos que abundan en estos tiempos: cartas que García Márquez nunca escribió antes de morir, poemas en los que Borges dice lo que haría si volviera a nacer, millones de citas de El principito (un libro que apenas llega a las 50 páginas), circulan sin parar por las redes. Hay gente que pregunta cómo sé que esos textos son falsos o que no fueron escritos por aquellos a los que se les atribuye. Pues, muy sencillo: porque yo sí leo, dejando la modestia muy lejos y mu...
La soledad del escritor,<br/> por Victorino Muñoz
151d, Rafael Victorino Muñoz

La soledad del escritor,
por Victorino Muñoz

Estaba presentando mi quinto libro, publicado (al fin) por Monte Ávila Editores. Digo al fin porque el libro estuvo algo así como tres años en proceso de lectura en la referida editorial. Se trataba de unos relatos; estábamos en la feria del libro que todos los años organiza la Universidad de Carabobo. La presentación estaba pautada para las 4:00 pm. Eran las 5:15 pm y en la sala seguíamos el presentador- mi amigo Francisco Ardiles- y yo, solos. A esta soledad contribuían la hora temprana (aún todos los que podían venir, incluida mi pareja, debían estar en sus trabajos) y el hecho de que estas cosas en realidad importan a pocos. También al lado había otra actividad: una conferencia dictada por un charlatán de la nueva era, que mezcla la autoayuda con los tópicos gerenciales y public...