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Rafael Victorino Muñoz

No es esnob,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 229c

No es esnob,
por Victorino Muñoz

El término snob o esnob tiene un origen curioso. Dicen que proviene de la abreviación de las expresiones latinas sine (de la cual se pronuncia la ese, que en inglés suena es) y nobilitate (nob), o sea, snob es "sin nobleza"; y se usaba tal término para señalar a aquellas personas que no eran de la realeza, pues.Actualmente se acepta la forma españolizada esnob. Con el tiempo pasó a referirse a la actitud que consiste en admirar en exceso y sobre todo tratar de imitar a las personas distinguidas, sea lo que sea que las distinga. Aunque en la actualidad tales personas no son precisamente de la nobleza, menos aún si se trata de influencers.Otra manera en que también se usa la palabra esnob tiene que ver con el hecho de expresar una exagerada admiración por todo lo que está de moda o se consid...
Malos ojos,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 228c

Malos ojos,
por Victorino Muñoz

En muchos mitos se atribuye a ciertos seres fabulosos el poder de matar con la mirada: el basilisco, la medusa… Bueno, esta última no te mataba, literalmente, pero te convertía en piedra, que es casi lo mismo.Pese a que nos tenemos por superiores, mejores o modernos, todavía hay quien cree más o menos en eso, atribuyendo a la mirada un poder superior al que tiene, en el sentido de que se piensa puede hacer daño.No me refiero al vulgar y clásico mal de ojo, sino al simple hecho de mirar feo. “Es que la empleada me miró feo”, se queja alguien. “¿Y te salió sangre?”, pregunta uno, inocentemente; pero te miran más feo aún.Este también es y puede ser, no diría un pretexto, sino un motivo, para iniciar una discusión. Incluso hay peleas maritales por causa de la mirada, ya sea porque esta es torv...
Gatonalidades,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 225c

Gatonalidades,
por Victorino Muñoz

Yo que he tenido y tengo unos cuantos gatos, he podido observar que no todos son iguales; y no me refiero a tamaño, pelaje o color, sino en cuanto a la forma de ser, lo que podríamos llamar sus personalidades o, más bien, gatonalidades. Por ejemplo, he podido observar que hay unos poco dados a socializar. Al parecer sus madres les dijeron que no debían hablar con extraños y lo tomaron muy al pie de la letra. Así es una mía, llamada Pelusa; en cambio, Lino es un curioso, que apenas ve llegar a alguien a la casa, se asoma, lo olfatea y llega a montarse en las piernas del visitante. Hay silenciosos, de los que apenas abren la boca y no dejan escapar ningún sonido; no es que sean mudos, porque los escucha uno a veces quejarse. Pero hablan poco. Así era Nikita. Por el contrario, tenemos u...
Cafeinómanos,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 227c

Cafeinómanos,
por Victorino Muñoz

Cuando afirmo que no bebo alcohol ni fumo, nunca falta alguien que me señala con el dedo diciendo que yo sí consumo café. Lo curioso es que tales objeciones provienen de personas que tienen vicios peores, o que llevan una vida sedentaria, consumen comida chatarra, toman gaseosas…Y pues, he tenido no pocas discusiones, en el buen sentido, con esa gente que afirma que dicha infusión aromática es una droga y de las peores. Pero yo difiero, por diversas razones que a continuación explico.Comúnmente lo que se define como drogas tiene que ver con una triple vertiente: efectos inmediatos, efectos a largo plazo y dependencia. Así, pues, en primer lugar, se consideran drogas aquellas sustancias químicas que pueden cambiar el funcionamiento del cuerpo y la mente.¿Sucede esto con el café? Yo digo que...
Arte del equilibrio,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 226b

Arte del equilibrio,
por Victorino Muñoz

Dicen que en la vida todo extremo es malo, y que hay que aprender a actuar con moderación, buscando el equilibrio y ubicándose en el punto medio de las cosas. Por ejemplo, esto se puede aplicar al hablar: no excederse en la verborrea, ni quedarse mudo, sino saber decir la palabra justa en el momento preciso y después callar.Con comer: ni mucho, ni poco, sino lo que el cuerpo necesita de acuerdo con el gasto calórico de la persona. Esto ayudaría, a su vez, a mantener el peso, ubicándose el IMC en el medio exacto, que según los entendidos debe ser de 25.Tampoco debemos dormir demasiado o muy poco, no debemos ejercitar en exceso ni dejar de hacerlo… Y un largo etcétera. Pero yo diría que esta es una verdad a medias, y que hay que poner un “casi” en casi todo, según sea la circunstancia.Un cor...
Días buenos, <br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 224c

Días buenos,
por Victorino Muñoz

Por la calle iba un señor con una especie de triciclo muy particular. Se notaba que era de fabricación casera, por decirlo eufemísticamente; las ruedas eran viejos cauchos de vehículo. No tenía ni siquiera pedales. A lo sumo no resultaba superior a una carretilla para recoger desechos y como tal, en efecto, la usaba.El señor iba cantando a voz en cuello. Yo me quedé mirando tanto el armatoste como al conductor, si es que así podía llamarse. Me miró sonriendo y soltó la misma frase que dijo Don Vito Corleone justo antes de morir (si usted no sabe cuál es, vaya a leer un poco).En esas viene otra persona, conduciendo un vehículo de lujo, último modelo. Se notaba que era recién comprado, porque aún conservaba los plásticos en el asiento. El hombre que conducía comenzó a tocar corneta y a insul...
Bien por bien,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 223d

Bien por bien,
por Victorino Muñoz

Hace unos días, un domingo en la mañana para ser exactos, salí de mi casa con el propósito de ejercitar un poco subiendo el cerro. Tomé mi envase para el agua. Aproveché de sacar unas bolsas de basura.Llegando a la avenida cercana noté que de un negocio salía mucha agua, por debajo de la puerta. Al parecer se había roto una tubería o algo. No conozco a los dueños; sin embargo, viendo que en la fachada estaba el número de teléfono, llamé y les notifiqué la situación. Me agradecieron mucho y dijeron que irían.Al momento de guardar el teléfono en el bolsito (de esos que aquí llamamos koala y en otras partes riñonera), noté que no tenía la llave. Al instante pensé que podía haberla dejado pegada en la puerta de entrada de mi casa, en la confusión con todas las cosas que debía agarrar.Emprendí ...
Aplicación del sistema,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 222b

Aplicación del sistema,
por Victorino Muñoz

Deberíamos tener en la mente un alerta que se encienda, en determinados momentos, y nos diga: "detente, estás a punto de actuar de un modo verdaderamente estúpido". Pero al parecer algunas personas desactivaron esta función, según lo que puede inferirse de sus palabras, de sus acciones o de las consecuencias de estas.También deberíamos tener un sensor que nos revele cuando la persona con la que estamos hablando no se siente interesada en lo que decimos, y parar en lugar de continuar. De hecho, hay signos claros, como: decir solo “ajá” o no decir nada, tratar de cambiar el tema, mirar hacia otra parte, bostezar... pero quien no tiene instalada la función en cuestión, no procesa tales señales. El sistema está ocupado tratando de responder.De igual modo, se considera necesaria aquella función...
Placer de hablar,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 221c

Placer de hablar,
por Victorino Muñoz

Cuando se pregunta por los mayores placeres, suele haber respuestas relacionadas con el comer, especialmente postres, dulces, chocolates; tal vez beber un vino o un café; hacer el amor, por supuesto. Nunca falta el leer, escuchar música, ver una película, o dormir. No siempre en la lista se incluye la conversación. Claro, se menciona el hecho de reunirse con amigos y personas queridas. Pero tal vez no sean necesariamente las mismas cosas. Uno puede estar con amigos y hacer otras actividades como ver un partido de fútbol o jugar ajedrez. Yo me refiero al placer de hablar puro y simple, pero con tino y sobre todo conocimiento de causa; esto puede hacerse con una persona no tan querida o incluso un desconocido, siempre y cuando sea también un buen conversador, es decir, que sepa a su ve...
Correr en sí,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 220c, 220d

Correr en sí,
por Victorino Muñoz

A diferencia de lo que se sugiere en el título y en la película Comer, rezar, amar, para mí los tres verbos que definen la vida son correr, leer y escribir. Suelo hablar mucho, desde estas páginas, de los dos últimos. Así que aquí y ahora hablaré del primero. Correr es mi forma de estar en el mundo, como dicen por ahí unos filósofos y otros que se lo creen. Yo, que no aspiro tanto, solo quiero hacer una descripción fenomenológico-empírica de lo que siento, que tal vez termine siendo una explicación de las causas, o una justificación o una excusa, no lo sé. Desde joven he hecho deportes, de modo que siempre he corrido; solo que antes lo hacía detrás de un balón o del rival que llevaba el balón. Pero luego, un día, comencé a correr por correr. Esto me pasó cuando estaba en un momento a...
Zona de confort,<br/> por Victorino Muñoz
Rafael Victorino Muñoz, 219c

Zona de confort,
por Victorino Muñoz

Mi historia es más o menos así. Comencé a trabajar a los 14 años con un tío, en una fábrica de resortes. De ahí pasé a hacer un curso en el Ince y luego trabajé en un banco. No voy a aburrirlos con los detalles de los demás empleos, que incluyen labores que van desde la preparación de perros calientes hasta la venta ambulante de ropa. Pero sí les puedo decir que, mientras estaba trabajando, terminé mi bachillerato en el liceo nocturno y de allí pasé a la universidad, donde me gradué cum laude. E hice de inmediato el postgrado. Ya para entonces era profesor de la universidad, o de universidades, porque estuve en varias, públicas y privadas, muchas veces de manera simultánea. Había épocas en que dictaba más horas de clase que las horas que tiene una semana laboral normal. Por otro l...
Mente poderosa,<br/> por Victorino Muñoz
218c, Rafael Victorino Muñoz

Mente poderosa,
por Victorino Muñoz

Uno de mis superpoderes es conocer el contenido de mi propio pensamiento. Puede sonar un poco ridículo, tanto por el hecho de considerar que esto sea un superpoder, como por el hecho de que podría creerse que todo el mundo conoce su propia mente. Pero no es así.Me temo que el común de las personas, en la mayoría de los casos, no solo reaccionan de una manera hasta cierto punto irracional, basándose en temores, prejuicios y otras causas que no están precisamente al alcance de su razón, sino que incluso toman decisiones importantes, como apostar, elegir pareja o votar por alguien para presidente, simplemente por seguir un impulso, porque tuvieron una corazonada, se sienten atraídos, la persona les parece simpática, etc.Y caso contrario, pueden rechazar a alguien que les ha desagradado apenas...