Gente que Cuenta

Te cuento que…
por Suzan Matteo

G.I. Joe Atril press
“A «G.I. Joe» le dieron la Medalla Dickin, que es como la Cruz Victoria británica, pero para animales…”,
Fuente: https://www.army.mil/

El 16 de noviembre de 1946 ocurrió uno de esos episodios curiosos y profundamente humanos: Estados Unidos condecoró a una heroína muy particular. Era una paloma mensajera llamada «G.I. Joe», que durante la Segunda Guerra Mundial salvó la vida de más de mil soldados.

A «G.I. Joe» le dieron la Medalla Dickin, que es como la Cruz Victoria británica, pero para animales. La ceremonia fue en Londres y la reconocieron por su valentía y lealtad. No fue la única en recibir una medalla (también hubo perros, caballos y hasta gatos), pero sí fue la primera de su país y, quizás, la más famosa.

Su hazaña había ocurrido tres años antes, en octubre de 1943, durante la campaña aliada en Italia. Las fuerzas británicas habían logrado tomar por sorpresa el pueblo de Calvi Vecchia, cerca de Monte Cassino, antes de lo previsto. Sin embargo, los aviones aliados ya se estaban poniendo en camino para bombardear la zona, creyéndola aún ocupada por el enemigo. Las líneas telefónicas estaban cortadas y los radios no funcionaban. En medio del caos, lanzaron a «G.I. Joe» al aire con un mensaje urgente: «Las tropas amigas ya ocupan el pueblo». La pequeña voló 32 kilómetros en apenas veinte minutos. Llegó justo cuando los bombarderos estaban listos para despegar. Su mensaje evitó una tragedia: más de mil hombres se salvaron gracias a su puntualidad y sentido del deber, cualidades que, al parecer, no son exclusivas del ser humano.

No fue suerte. En la guerra, miles de palomas mensajeras sirvieron cuando no había forma de comunicarse. Pero «G.I. Joe» se destacó por ser precisa, rápida y tener esa puntería que solo tienen los héroes con alas.

Cuando terminó la guerra, «G.I. Joe» fue tratada como una veterana. Pasó sus últimos años en el zoológico de Fort Monmouth, Nueva Jersey, donde los que la visitaban sabían que estaban frente a una leyenda con plumas.

Murió en 1961, con todos los honores y un lugar en la historia: la única paloma gringa condecorada por su valor en combate.

Cuando la tecnología falla, la historia nos recuerda que los héroes no siempre usan uniforme ni dan discursos. A veces tienen alas, un mensaje en la pata y muchas ganas de cumplir con su deber sin esperar que nadie los aplauda.

Suzan Matteo Atril press
Suzan Sezille de Matteo es caraqueña, cosecha del 52; ingeniero industrial aplicada al área social; esposa, madre de dos, que ahora abuelea y escribe desde Inglaterra. suzansezille@gmail.com IG @tomadodeaquiydealla
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