Boceto para un retrato de amigos, 1918
Fuente: https://arthive.com/
Sobrevolando Instagram, me topo con un video de un señor llamado Travis Pastrana quien en 2008 decidió lanzarse al vacío desde una avioneta vistiendo solamente un bermuda. Ni traje de alas, ni anteojos especiales, ni paracaídas, ni nada que uno consideraría sensato. Sus amigos, que viajaban en la misma avioneta y que sí llevaban paracaídas, se comprometieron a atraparlo en pleno aire y llevarlo a tierra sano y salvo. Algo así como: “Tú dale, que nosotros venimos atrás”.
Ahí entré en modo periodista y me metí a averiguar. Descubrí que el tal Travis vive de cualquier cosa que le dispare adrenalina: motocross, automovilismo, dobles de acción, y algo llamado “rally de automóviles de producción”, que honestamente no entendí bien de qué se trata, pero igual no es a lo que quiero referirme.
Volvamos entonces a la avioneta. Eso de tirarse al vacío confiando en que tus amigos te van a agarrar me puso a pensar. ¿En cuántos amigos confiarían ustedes tan ciegamente? Piensen en los de infancia que se perdieron por otras avenidas, los colegas que no ven desde el último café pre-pandemia, o esa gente cercana que ustedes saben que a última hora y con cualquier excusa los pueden dejar colgando… literalmente. Hagan una lista mental y empiecen a tachar nombres. ¿Verdad que no resulta nada fácil?
Ahora desde la acera de enfrente hagan la lista inversa. ¿A quiénes serían ustedes capaces de llevar a tierra firme “pase lo que pase”? Hijos no cuentan, porque juegan en otra liga. ¿Pareja, tal vez? ¿Algún amigo de esos de alma vieja? Ahí los dejo, revisando listas invisibles e invariablemente recordando diferentes momentos de su vida.
Yo creo que lo que me llevó a fijarme en esta historia y no en la anterior o en la siguiente, es porque he pasado por la experiencia de gente que no era tan irreductible después de todo, y de amigos, diríamos que tibios, que han pasado a demostrar que lo son a sangre y fuego.
Les sugeriría que hagan la cuenta, es un buen tema de reflexión…
