La prole de HAL,
por Luli Delgado
No sé si se acuerdan de Hal, de la Odisea en el espacio, (Kubrick,1968), que sabía muchísimo, pero en cambio era de una arrogancia llevada al extremo. De paso le leía los labios a los astronautas y acabó convirtiéndose en un asesino suelto dentro de la nave. Trabajo costó desactivarlo a pesar de que, como todo malvado, al verse acorralado trató de dar explicaciones y pedir el perdón de sus pecados.De esto hace ya 56 años y hará unos dos que yo oí por primera vez eso de la Inteligencia Artificial, pero la verdad no le hice mucho caso.Pero el círculo se ha ido cerrando y cada vez se hace más difícil ignorarla y yo, que llegué casi de última a la telefonía celular y que me costó Dios y su ayuda manejar el paquete Office, no encontré otra salida que hincarle el diente a través de un curso que ...