
En el café, 1922
Fuente: https://www.artsy.net/artwork/george-grosz-im-cafe-seminude-woman-with-champagne-glass-on-verso
En la bulliciosa vida urbana de Oporto, pequeños momentos revelan grandes historias. En un café cercano al Hospital São João, bajo la lluvia de un tranquilo sábado, las vidas se revelan entre caladas de cigarrillos y sorbos de café.
Maria, de 44 años, camarera del café, comparte su historia mientras fuma en la acera. Madre de tres hijos -una hija de 22 años, ya casada, y dos varones, el menor de 18-, cuenta que su ex marido, padre de sus hijos, siempre estuvo ahí para ellos, pero ausente como compañero. «Nunca he sido feliz», confiesa, y añade con una amplia sonrisa: “¡hasta ahora!”.
El punto de inflexión llegó a través de TikTok, donde conoció a Raj, un indio de 37 años que vive en Coimbra. Tras meses de visitas de fin de semana, se instaló definitivamente en su piso de Oporto, propiedad de su suegro, quien, sin entender el inglés del indio, lo aceptó al ver la alegría de su hija. El choque cultural inicial se suavizó con el apoyo de sus hijos, que les animaron: «Mamá, es hora de ser feliz». La pareja visitará pronto a la familia de él en las afueras de Nueva Delhi.
La conversación se ve interrumpida por la llegada de clientes, pero pronto aparece Carolina, de 29 años, también tomándose un descanso del tabaco. Su historia revela otro tipo de dedicación: cuida de su abuelo de 88 años, hospitalizado por cuarta vez este año. Huérfana de padre desde los seis años, cuando éste emigró a España para trabajar, sólo lo ve en verano. Su vida gira en torno al cuidado de su abuelo y las escasas visitas a su padre cuando puede viajar a España.
Entre las idas y venidas de empleados y clientes, el pequeño café se revela como escenario de historias reales: de segundas oportunidades en el amor maduro y de lazos familiares que resisten a la distancia y al tiempo.

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