Portugueses en Venezuela,
por Soledad Morillo Belloso
¡Ah, los portugueses! Llegaron a Venezuela con saudade en el alma y pan en la maleta. Venían de Madeira, de aldeas donde el mar es vecino y el trabajo, ritual. Venían de Oporto y de Lisboa, con el fado y el amor metidos en los bolsillos Aquí se metieron en todo: ferreterías, abastos, floristerías, construcción… y panaderías que huelen a gloria. Porque si algo trajeron fue el pan: campesino, de leche, crujiente como chisme de vecina. Y el golfiao con queso e’ mano, que consuela el alma.
También trajeron el bacalao, ese ladrillo que se transforma en manjar con papas, cebolla y aceite de oliva. Y el espiritual, que no es místico, pero sí sabroso. Nos enseñaron que el café se sirve fuerte, oscuro y con sonrisa. Y que un pastelito de nata puede ser abrazo.
Los “Portus” —João, Tiago, Marti...