En una soleada mañana de mayo de 1990, un mensajero bancario salió del Banco de Inglaterra y, minutos después, fue asaltado a punta de cuchillo por 301 bonos al portador por valor de 292 millones de libras. Fue el robo más grande en la historia británica.
El caso es que… cuando Keith Cheeseman recibió una llamada de un contacto del submundo de Londres y asistió a una reunión la noche del robo, contó 427 millones de libras en bonos, 135 millones más de lo que la BBC y el Banco de Inglaterra habían informado.
Mientras Keith se disponía a blanquear los bonos, Scotland Yard y el FBI siempre iban un paso por delante en su búsqueda. Durante los siguientes dieciocho meses, dos figuras del hampa fueron asesinadas a tiros y más de ochenta personas fueron arrestadas. Keith fue el único hombre que fue a la cárcel por el crimen.
Keith Cheeseman es el último de los antiguos gánsteres, un estafador que detesta la violencia, viste trajes de Savile Row y relojes de oro. Conocía a los legendarios gemelos Kray y el asesino Frankie Fraser una vez amenazó con acabar con él por una partida de ajedrez.
En este drama policial de ritmo rápido, Clifford Thurlow, después de horas de entrevistas con Keith Cheeseman, revela por primera vez cómo los miembros del Banco de Inglaterra habían planeado el robo y qué sucedió con los millones desaparecidos.
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