Gente que Cuenta

Editorial

Buenos días y feliz domingo para todos.

Hoy es un día muy especial para quienes semana a semana y sin pausa les hemos preparado las ediciones del Atril: ¡llegamos a nuestro tercer aniversario!

Para conmemorarlo, resolvimos dedicarle esta edición a la gente que cuenta en su fase de infancia.

¿Cuándo se interesaron por escribir? ¿cómo fueron sus primeros pasos? ¿cuál fue la génesis de los adultos que resultaron siendo hoy?

Es común que a los niños se les incentive a leer. En sus casas, en el colegio, en las bibliotecas, pero rara vez se les inculca el hábito de escribir, de crear sus propias historias o poner por escrito sus fantasías. Sin embargo, por las respuestas de nuestros colaboradores, descubrimos algo muy importante: que la necesidad de escribir se germina dentro de cada uno y que llega un momento en que no puede esperar más, y parece que es así en cualquier modalidad de expresión. Que lo diga Ángel Hurtado.

Con esta idea, le solicitamos a quienes escriben y a nuestros aliados de diseño y difusión una foto tomada de sus álbumes de infancia. Pues bien, al comenzar a recibirlas descubrimos que fuimos definitivamente ¡¡niños analógicos!!. Primero porque bastante trabajo nos dio conseguirlas. Cualquiera de nuestros hijos o nietos cuenta con un incontable repertorio de imágenes, desde su gestación en adelante. Victorino Muñoz, por ejemplo, comentó que de él cuando niño habrá como mucho unas cuatro, mientras de su gata hay más de setecientas imágenes.

Es que para quienes vivimos la época de rollitos de fotos mandados a revelar en la incertidumbre de cuál sería el resultado, la referencia es mucho más vaga. Además, como asistimos al nacimiento de las fotos a color, padecimos los estragos del tiempo en aquellas emulsiones. Vaya uno a saber si parte de nuestra urgencia por escribir venga de la premura que causa saber que corremos el peligro de desdibujarnos.

En todo caso, la respuesta resultó en una serie de crónicas que hoy les ofrecemos con el mayor gusto y sobre todo la mayor gratitud, porque cada uno hizo su tarea de buscar entre archivos viejos, pasar la foto seleccionada a plataforma digital y buscar en su memoria el germen de su actual modalidad de expresión.

A quienes nos leen, reiteramos nuestro enorme agradecimiento, porque a veces consecuentes, a veces cuando les da tiempo, todos han guardado la existencia del Atril en un rincón de su cotidiano.

A la gente que cuenta no le resulta fácil exprimir la creatividad una vez por semana, o mantener las antenas en alerta para capturar nuevas historias, pero es sin duda un ejercicio que nos mantiene vivos, un desafío que termina por ser divertido. Gracias por ello.

Aquí van las confesiones de nuestra gente. Esperamos que las disfruten y que el Atril pueda visitarlos los domingos muchas veces más. 

La gente que cuenta

Ninos Atril press
La gente que cuenta
de izquierda a derecha fila superior: Alejandro Moreno, Luis Alejandro Rodríguez, Getulio Bastardo, Ángel Hurtado, Luis Alfonzo, Susy Vaamonde.
En el medio: José Rafael Ayala, Áxel Capriles, Suzan Matteo, Alfredo Behrens, Victorino Muñoz, Clifford Thurlow, Rubén Azócar.
Fila de inferior: Carmen Concha Nolte, Lucy Gómez, Mayte Navarro, Angélica Tovar, Jeraige Reinoso, Luli Delgado, Leonor Henríquez.
Montaje Bruna Silva Instagram@drawingintothelight
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