Serie de señales (1956)
Crecí, gracias al estímulo de mi padre y a la formación artística de mi hermana (diez años mayor), viendo películas. La diversión era ir a la tienda de videos, alquilar al menos tres películas y verlas en la sala familiar.
Después de la verla, discutimos nuestras impresiones del trabajo. Sentido crítico, sentido estético, evaluación de interpretaciones, efectos visuales, fotografía, banda sonora, se hablaba de todo.
Luego comencé a hacer música, danza y teatro y todos estos temas se discutían todo el tiempo, pero principalmente, ¿cuál es el contenido de la obra?
Forma y contenido, un binomio siempre presente en las reflexiones. Era muy común decir de alguien vacío e inútil: “esta persona no tiene contenido”.
Pasaron los años, surgieron las redes sociales y hoy en día, literalmente, cualquiera produce “contenidos” en internet. Cualquier contenido. Antes si necesitabas tener una base/educación para realizar una obra/producto, hoy sólo necesitas: internet, celular y “cara de palo”. No importa si estás capacitado para hablar sobre salud mental, economía, relaciones, filosofía o cualquier otro tema, si sabes cómo marcar tendencia y captar la atención de una audiencia, puedes ser considerado un creador de contenido digital.
Fui a investigar el significado de la palabra contenido y significa: “Lo que está contenido dentro de algo, ocupando parcial o totalmente su espacio”. De hecho, si vamos en esta dirección, hay mucho contenido en internet, muchos perfiles ocupan el espacio digital.
Ahora bien, en sentido figurado, contenido significa: “significado que tiene profundidad, sustancia”. Desde este punto de vista, ya entendemos que nos falta contenido.
La lógica de los algoritmos está haciendo que todo sea tan literal, que no importa cuán relevante sea el contenido, lo importante es estar presente en lo digital, seguir el flujo y hacer lo que hacen los demás. Copias y más copias, videos de quince segundos, humor, bailes y doblajes repetitivos, el orden ahora es, ser relevante dentro de la mismidad. Efectivamente, la crisis es estética.
Es actriz, educadora, bailarina y cantante. Actualmente cursa una maestría en educación en la UFPE, y es directora y actriz del Grupo Fuga de teatro y narración y talleres en educación y artes en escuelas, eventos y plataformas digitales.
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