La flor transparente,
por Lucy Gómez

Pues sí, hay flores transparentes. Sus fotos no son producto de la inteligencia artificial. Existe una flor que cuando se moja parece de cristal.

Y se ha puesto de moda en el mundo de la horticultura, un asunto que se mide porque sus semillas se localizan en las mayores distribuidoras por correo de productos agrícolas en el mundo.

La flor de cristal o flor esqueleto se vuelve transparente al contacto con el agua. Cuando no llueve es una planta de flores blancas pequeñas de seis pétalos con el centro amarillo. Su nombre técnico es Diphylleia Grayi y crece unos 40 centímetros. Después produce unas bayas azules, comestibles, que aparecen al finalizar el verano en los sitios de donde proviene, que son las montañas Apalaches de los Estados Unidos, Japón y China. Prefiere zonas frías, montañosas y bien húmedas. Tolera -7 C y hasta 30 C.

Es conveniente conocerla, porque es de nuestros vegetales en peligro de extinción debido a un hábitat amenazado. Primero, por la deforestación, porque la tala para la industria maderera avanza y reduce significativamente los sitios donde crecen, a la sombra de árboles inmensos.  Después, por la expansión urbana, y por último debido a la alteración de las condiciones que necesita para crecer, como es el nivel de humedad  y de temperatura, que están cambiando muy rápido  mundialmente.

Su transparencia, que hace visibles las venas de su estructura floral y le da su nombre, se debe a que las células de sus pétalos retienen más agua que las demás plantas y cuando llueve, con las células saturadas de agua, la luz pasa directamente a través de los pétalos en vez de dispersarse, haciendo visible toda su estructura interna. Cuando se seca recupera su apariencia original.

Los botánicos creen que esta particularidad podría deberse a una adaptación al clima húmedo, que le permite soportar lluvias frecuentes sin daños. Otra teoría es que así   atrae algunos polinizadores que le interesan o que es una adaptación exitosa a un hábitat sombrío y húmedo que otras plantas no soportan.

Si te decides a tener una, las semillas son muy accesibles, se encuentran entre € 6 y 15 el paquete en la red.  Para que germinen requieren lo que se llama estratificación fría, es decir, que las tengas dos meses en la nevera antes de sembrarlas para que germinen, como ocurre en la naturaleza en invierno. Luego que nazca, coloca la maceta, siempre a la sombra, mantén el suelo húmedo. Necesita mucha materia orgánica, es decir compost o humus, para que se alimente bien.

Puede ayudar a mantener su ambiente, cultivar otras plantas con condiciones parecidas, como los helechos, los  musgos,   el lirio de la paz y las hostas, todas plantas amantes de  la oscuridad, la lluvia  y  de la tierra negra, llena de alimento vegetal.

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