Gente que Cuenta

Leer, contar, escribir y Atril,
por Rubén J. Azócar

Ruben Azocar
“…crecí amante de la lectura, lo que me ha llevado por el mundo y a otros tiempos con la imaginación…”

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      Mi madre, después de obtener su grado en Letras en la Universidad de San Marcos en Lima y su maestría en literatura brasileña en Río de Janeiro, fue parte del grupo de maestras del colegio de mi abuela. Allí, enseñaba a leer y a escribir, con un énfasis especial en la lectura. Así que mis primeros recuerdos de lectura provienen de un libro que ella me regaló a una edad temprana: Fábulas de Esopo y La Fontaine. Recuerdo primero oírlas de su voz, luego trastabillar entre palabras mientras aprendía a leer y, más tarde, disfrutarlas con gusto por mí mismo. Era un libro no muy grueso, empastado, con bellas ilustraciones y con una fábula por página. Siempre me gustó la conexión con la moraleja, muchas de las cuales aún aplico en mi quehacer diario.

Por otras geografías, mi padre nació en un campo petrolero en el Oriente de Venezuela y, a través de muchas peripecias, aventuras y hasta suerte, terminó en Lima, donde no solo se graduó de Ingeniero Agrónomo en la Universidad de la Molina, sino que también conquistó a mi mamá. Mi papá, al llegar a un lugar, siempre iluminaba y llenaba el cuarto. Él era simpático, dicharachero, músico excepcional y de un humor increíble. Pero, además de todo eso, era capaz de contarle a cualquiera una historia donde su experiencia se confundía con la de uno, para luego concluir con una lección de vida.

Pues de esa mezcla maravillosa, crecí amante de la lectura, lo que me ha llevado por el mundo y a otros tiempos con la imaginación. Soy un apasionado por educar, orientar y apoyar a estudiantes de medicina y residentes de anestesiología. En el camino, he almacenado eventos y circunstancias que marcaron mi vida y muchas veces traen consigo una moraleja, una enseñanza de vida.

Así que, a riesgo de ser poco humilde, y quizás porque la barba ya no es gris sino blanca y la calvicie es total, empecé a escribir mis cuentos. Con fortuna, recibí la invitación hace poco de publicarlos en Atril.press (¡Feliz cumpleaños!) y quizás desde esta palestra le sirva de espejo a algunos, de aprendizaje a otros y de entretenimiento a los demás.

Ruben Azocar Atril press
Rubén J. Azócar es caraqueño, médico anestesiólogo e intensivista, fanático del béisbol y vive en Boston -desde donde escribe- desde hace más de un cuarto de siglo.
rubenjazocar@gmail.com

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