La Ley de Murphy dice: “Si algo tiene que salir mal, ciertamente saldrá mal”.
¿Sabes cuando olvidamos nuestro paraguas y llega una tormenta? ¿O cuando un día soleado dejamos el abrigo en casa y el tiempo cambia por completo? Es como si el mundo o las fuerzas del Universo estuvieran conspirando contra nosotros.
¿Es este presagio negativo realmente real o somos nosotros los que estamos forzando malos pensamientos?
El cerebro funciona de manera similar a una computadora, le das la orden y lo hace. Si le decimos varias veces que algo va a pasar, eso es exactamente lo que hará. Una psicóloga me dijo una vez ‘es estúpido, no interpreta’. Y luego me sugirió que siempre dijera claramente lo que quería. O mejor aún, escríbelo en un papel, palabra por palabra. Para que él lo entienda perfectamente.
Y así lo hice. ¡Parecía magia! Como si finalmente me hubiera quitado de encima la Ley de Murphy.
Desde entonces me he creado el hábito de escribir mis planes en el cuaderno mágico (como cariñosamente lo llamo).
¡Recomiendo a todos que lo hagan! Llámalo como quieras. Positivismo, fe o ley de atracción. Si diriges tu energía a los buenos pensamientos, ¡ellos vendrán a ti!
Por supuesto, seguiremos dejando caer el pan con el lado de la mantequilla hacia el suelo. Las tormentas son impredecibles. En caso de duda, guarda tu paraguas en tu bolso.
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