¿Podemos considerar como históricos ciertos momentos de nuestra vida? ¿Qué los diferencia de otros? ¿Una parte de nuestra vida que está directamente relacionada con un acontecimiento histórico en la historia de la humanidad?
Son ocasiones que nos dan la sensación de pertenecer realmente a la historia, que sucede antes de convertirse en un texto de libro.
Cuando tenía nueve años, recuerdo estar en la sala de mi casa con la luz apagada, la televisión en blanco y negro de pantalla pequeña encendida … yo sentado en el suelo, mis padres en el sofá … viendo los borrones de la transmisión de la llegada del hombre a la luna, en 1969.
Ese sería el recuerdo más antiguo que tengo de mi infancia.
A los 24 años participé en la manifestación por las Diretas-Já, en 1984. Estaba en un rincón del Vale de Anhangabaú, en São Paulo, luchando por el derecho fundamental de votar directamente en las elecciones presidenciales. Fue el impulso más fuerte en la lucha por el retorno de los derechos políticos al país.
Voté, pero mi candidato no ganó. Cosas de democracia …
El 11 de septiembre de 2011, una mañana soleada, vi en la televisión el derrumbe de las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York. Escalofriante …
En ese momento, trabajaba en Editora Abril. Fue un largo día de trabajo …
Recientemente fui vacunado contra el Covid, durante la primera gran pandemia del siglo XXI. De hecho, la historia me conmovió. O me picó …
Tanto para bien como para mal, estas situaciones nos hacen sentir parte de la Humanidad.
Ricardo Martins, periodista e investigador, con trabajos para la Editora Abril, TV Cultura y Fundación Roberto Marinho.
ricardomarts@yahoo.co