Guitarra y partituras 1919
“…los parámetros occidentales nos permiten entender de armonía, ritmo, melodía y contrapunto”
La respuesta a esta pregunta es difícil de encontrar. Una pregunta tan profunda sólo puede intentar responderse parte por parte.
La voz humana es el instrumento musical más remoto. Desde el llanto de un neonato hasta el último suspiro de un anciano puede plasmarse en un pentagrama musical. Las notas; Do, Re, Mi, Fa. Sol, La y Si son las letras que representan el alfabeto que puede ayudarnos a descubrir este lenguaje llamado música, que pueden combinarse de manera infinita.
La música es tanto simple como compleja. Puede estar presente en una gama sonora única como también en las más complejas combinaciones resonantes. Sin embargo, la subjetividad de este particular arte permite el disfrute de una partita de Bach tanto como el de un reggaetón actual.
Pero los parámetros occidentales nos permiten entender de armonía, ritmo, melodía y contrapunto. Estos cuatro sujetos combinados pueden crear las más sublimes frases musicales. Y dichas melodías puestas juntas tienen la posibilidad de crear un espectro mucho más amplio de sonoridades que terminan creando una pieza musical y esta es conformada por la combinación de un número de frases.
Una frase musical puede ser definida de manera sencilla como algo que tiene un comienzo, un punto de éxtasis y un final. Este movimiento cuasi curvo u ondular genera un movimiento sonoro agradable al oído. No es vertical ni horizontal. Esta acción auditiva puede ser comparada con la generada por el mar cuando sentados en la orilla percibimos esa sonoridad perpetua que viene y se aleja. Podemos percibir cómo la sonoridad se incrementa y decrece de manera natural. Esto en música es definido como matices o dinámicas. Entonces aún sin definir qué es la música, no sería muy descabellado concluir que es simplemente sonido en movimiento.
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