De la palma real al chaguaramo, por Ingrid Mattiuzzi
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La Universidad Simón Bolívar de Caracas padece como toda Venezuela. Padece. Sufre. Pero no se rinde. Se adapta.
Una foto de un samán que creció en todo su esplendor a un lado de uno de los edificios sede de mi Casa de Estudios me hizo reflexionar sobre ciertos símbolos.
En mis tiempos (frase datada pero útil en este caso) la entrada diaria al campus era a través de un túnel de elegantes y altísimos chaguaramos: soldados, vigilantes de la puntualidad, del orden y de la tranquilidad. También llamados Palma Real por su curiosa historia. Se dice que durante la Colonia eran considerados símbolo de realeza ya que solamente los llamados "nobles" de la ciudad tenían el privilegio de sembrarlas y únicamente podían disponer de dos ejemplares de éstas en sus patios o a la entr...