Gente que Cuenta

Te cuento que…
por Suzan Matteo 28/12

Pieter Brueghel el Joven Atril press
Pieter Brueghel el Joven, (1564–1638)
La masacre de los inocentes,
Fuente: https://commons.wikimedia.org/

Este año fue realmente variado y diferente.

Vean:

2025 se deslizó entre historia, curiosidades y pequeños milagros. Enero nos llevó del Teatro de la Ópera de París a la Cueva de Nerja, pasando por la ternura de Winnie-the-Pooh y los horizontes lejanos de Australia. Febrero abrió los misterios del Libro de Dzyan, el Manuscrito Voynich y la cápsula en la estatua de Bolívar: secretos del pasado que susurran al presente. Nadie entiende nada del todo, pero a todos nos gusta mirar de reojo y sentir que sabemos algo que los demás ignoran.

Marzo estuvo lleno de magia e inventos: del Libro de Thot a las Profecías de San Malaquías, y de tres mujeres que cambiaron la vida diaria con lavaplatos, limpiaparabrisas y Kevlar. Abril y mayo trajeron musas, ciencia y héroes olvidados: Matilde Urrutia, Maia, Josefa Camejo y Galileo, recordándonos que mirar lejos vale la pena. «Observad, siempre observad». Junio nos dio whisky, poesía y reflexión; julio nos habló de redes sociales, musas y estrategias de ajedrez; agosto nos sumergió en misterios y educación con Simone Weil y María Montessori.

Septiembre celebró pelirrojos, Sudoku y el genio de Alan Turing; octubre mezcló espías, arzobispa, micronaciones y corbatas; noviembre nos enseñó que hasta un cero, un caramelo, una paloma mensajera y un ornitorrinco pueden ser héroes y rarezas del mundo.

Noviembre se volvió dulce y filosófico: cero que se convierte en todo, caramelos que esconden infancia, palomas heroicas como «G.I. Joe» y ornitorrincos que parecen broma de Dios. Música y café cerraron el mes con notas que se pueden oír… y beber.

Diciembre cierra con algodón de azúcar que vuela entre los dedos, Nobel que ilumina cabeza y corazón, y el solsticio que recuerda que, por mucho frío, la luz siempre regresa.

Hoy, Día de los Inocentes, la historia se ríe de nosotros y nos invita a hacer lo mismo: celebrar lo inesperado, lo absurdo y lo cotidiano con una travesura.

2025, en resumen: un año que unió lo serio y lo absurdo, lo humano y lo fantástico, lo que nos hace pensar y lo que nos hace sonreír.

Ahora, ¡a escribir el 2026! Ojalá pronto lo podamos hacer sobre Paz, Libertad y reconstrucción.

¡Feliz año, apreciados lectores!

Suzan Matteo Atril press
Suzan Sezille de Matteo es caraqueña, cosecha del 52; ingeniero industrial aplicada al área social; esposa, madre de dos, que ahora abuelea y escribe desde Inglaterra. suzansezille@gmail.com IG @tomadodeaquiydealla

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