
El arte de la conversación está muriendo, s/f
Fuente: https://www.anjalimehta.in/modernliving
Me parece que el teléfono celular, aparte de traer algunas soluciones a la vida contemporánea, genera en contrapartida no pocas situaciones que más bien procuran angustias, estrés y preocupaciones a los usuarios.
No sabría decir si es el primero o el segundo, pero el miedo de perder el teléfono está, indudablemente, entre los más frecuentes. Por ello, son muchos los que despiertan y, aún sin abrir los ojos, estiran la mano hacia la mesita de noche a ver si el aparato todavía estaba allí, parafraseando a Monterroso.
He sabido, al respecto, de algunos casos tan extraños, como el de una amiga que buscaba el teléfono hasta debajo de la cama, pero para hacerlo usaba la linterna del mismo aparato que estaba buscando. O sea.
Muy de cerca está la angustia relacionada con la batería. Hay quien revisa el aparato a cada rato, a ver si se está descargando, con lo cual contribuye a que esto ocurra más rápido.
Cuando baja del 20 la carga, empiezan a aumentar las pulsaciones, hay sudor frío, entre otros síntomas, hasta que se encuentra un sitio donde conectarlo. ¿Y si se apaga mientras estamos recibiendo una llamada importante?
He allí otro temor: no escuchar si alguien llama o llamó; a veces el teléfono no avisa. Revisamos a cada rato también, por si acaso.
Otras preocupaciones del usuario telefónico las enumero a continuación, grosso modo:
– Que se acumulen demasiados archivos y quede poca memoria en el aparato.
– Que no encontremos algún archivo o foto importante que teníamos guardados.
– Que hayamos borrado por error dicha imagen o un contacto de una persona a la que necesitamos llamar.
– Que se formatee el aparato y perdamos todo sin haber hecho respaldos.
– Que nos hackeen.
– Que lo llevemos al técnico y que nos borren lo que no era.
– Que no estemos actualizados en cuanto a aplicaciones…
Afortunadamente, no soy de estos últimos, ya que vivo con un teléfono obsoleto, que ni acepta ni pide cambios. Sin embargo, creo que nadie está exento de vivir preocupado por el bendito aparato, por alguna razón…
Ya va, ya vengo, creo que el teléfono está sonando y estoy esperando una llamada importante. Quién sabe si sea para decirme que me gané un premio. Chao. Nos vemos el próximo domingo. O nos llamamos. Bye, los quiero. Chao.

valenciano, autor de “Olímpicos e integrados”, ganador del Concurso de Narrativa Salvador Garmendia del año 2012 y “Página Roja”, publicado en la colección Orlando Araujo en el año 2017.
rvictorino27@hotmail.com
Twitter:@soyvictorinox
Foto Geczain Tovar