Amo esta isla,
por Rubén Azócar
read it in Englishler em português Hace poco más de tres meses me mudé a New Orleans, y aunque no está rodeada por el mar, vivo en una isla. No una de océanos, sino de historia, agua, espíritu y alma.Históricamente, la ciudad siempre ha ido a su propio ritmo: nacida francesa, moldeada por España, nunca británica, y unida a Estados Unidos casi a regañadientes tras la Compra de Luisiana. Los refugiados de Saint-Domingue —personas libres de color, colonos y esclavizados— trajeron lenguas, ritmos y sabores que, mezclados con lo criollo, crearon una identidad única, suspendida, como tierra separada del continente.Topográficamente, New Orleans está sostenida por agua: el lago Pontchartrain al norte y el Mississippi que la abraza en curva de luna creciente. Ese borde líquido la hace senti...


