Inmunidad,
por Jeraige Reinoso

 ¿Conoces los aliados del sistema inmune? ¿los estás consumiendo en cantidades suficientes?

La edad condiciona nuestro sistema inmunológico y puede hacerlo menos eficiente para defendernos de infecciones y enfermedades; hoy día sabemos de aliados para disminuir susceptibilidades y/o acortar procesos, la alimentación juega un papel clave y hay ciertos nutrientes esenciales que al consumirlos en cantidades adecuadas marcan la diferencia en nuestra salud.

Cierra los ojos y respira tres veces, imagina que tu sistema inmunológico es como un tesoro natural que necesita un ecosistema equilibrado para mantenerse fuerte y próspero, el suelo fértil, el agua pura y el clima adecuado para florecer. Así tu inmunidad requiere nutrientes esenciales como la vitamina D, el zinc y los probióticos para funcionar de manera óptima. Si el ecosistema se desequilibra, las plantas y la vida que lo habitan se debilitan; lo mismo ocurre con tu cuerpo cuando no le das los aliados necesarios para defenderse.

La vitamina D es la base del sistema inmune, modula su respuesta. Un déficit de esta vitamina se ha relacionado con un mayor riesgo de infecciones respiratorias y enfermedades auto inmunes. Nuestro cuerpo la sintetiza a través de la exposición al sol, pero después de los cincuenta años, esta capacidad disminuye, así que  poténcialas con alimentos como pescados grasos (sardina), huevos y hongos.

El zinc, el mineral que refuerza tus defensas, es esencial para la producción y activación de células inmunitarias. Se encuentra en alimentos como carne magra, mariscos, frutos secos activados y semillas de calabaza.

Probióticos y prebióticos son los guardianes de la microbiota, el 70% de nuestras defensas residen en el intestino, por lo que mantener una microbiota equilibrada es esencial. Los probióticos (yogur, kéfir, chucrut) y los prebióticos (ajo, cebolla, plátano verde).

¿Estás asegurando su consumo diario?

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