La búsqueda, por Lucy Gómez

Todos estamos en una búsqueda. A veces sabemos qué buscamos, otras no. No sé que es mejor. Los partidarios del orden, las personas que necesitan tener un seguimiento de lo que hacen, que siempre están poniéndose metas y anotan si las cumplen o si no, prefieren saber exactamente qué buscan para supervisar todo el proceso y latiguearse si no han cumplido con las horas y los días exactos en que se cumplen sus metas.

Los partidarios de dejar que las cosas pasen sin intervenir demasiado, o aquellos a quienes la vida les ha impuesto una existencia marcada de antemano, se dan cuenta, a veces tarde, de que necesitan encontrar otro mundo, otra cosa, otras personas, a veces con conciencia y a veces sin ella. Sólo saben que deberán comenzar a buscar. De repente se plantean cómo vivir en adelante, qué cosas nuevas hacer para encontrar sentido a la vida.

También están los giros intempestivos, los bandazos, los volantazos, que arrastran la existencia y con los que no hay planes que valgan, en esos momentos, la búsqueda de soluciones es imperativa, exigente, violenta.

Ante esas perspectivas, es mejor enfrentarse con la realidad, con los nuevos mundos, con los nuevos cielos. Lo mejor es mirarlos con la mente, de frente, sin adornar nada.  Enfocar el momento inmediato y su exigencia, sin lamentaciones, esa es la mejor manera de recomenzar.

Todo lo que dejamos atrás no lo podemos cambiar o solucionar ahora. Y el futuro, aún el inmediato, tiene matices que nunca podremos alcanzar a comprender ni a actuar en consecuencia en el preciso ahora.

Creo que la mejor búsqueda es esa, vivir plenamente el presente. Y es difícil. La tentación de irnos a cualquier mundo inventado, a cualquier pasado o a un futuro inexistente siempre está ahí.

de la misma autora