Preocupada por las ilustraciones para un libro que seguramente terminaré pronto – eso se lo digo a todos- hice dos cosas: me puse de acuerdo con una amiga de la familia que dibuja, pero a quien seguramente le costará un poco el tema, porque va entre filosofía y antropología-ficción, que no es lo suyo, y después, me puse a practicar con la nueva tecnología de inteligencia artificial Chat GPT, accesible sin pago en sus primeras tres versiones…
Sus creadores construyeron una mega gigantesca base de datos, utilizable por cualquiera, no solamente para conseguir información, sino para crear a partir de ella. Puedes programar, escribir, dibujar, planificar, prevenir riesgos y en mi caso, ilustrar a partir de bases de datos gigantescas. Cómo será, que una de las primeras reacciones públicas, ha sido un comunicado de un colegio español cuyos profesores la han prohibido porque los alumnos la usaban para que les hiciera los trabajos de fin de curso. Como no les han hecho ni caso, están viendo cómo la bloquean, asunto en el que no sé si desearles suerte.
La máquina trabaja con miles de millones de parámetros en imágenes, fotos, dibujos, planos y palabras. Solamente tengo que dar instrucciones en mi propio idioma (nada de lenguaje de programación, gracias) sobre la imagen que requiero, estilo, colores, tamaño, marcos, etc. y lo que no. En seguida la tengo y la puedo perfeccionar. Comenzó con el lenguaje. Le puedes pedir lo que sea, si sabes cómo. Hay que ser específico y detallista. Redacta cuentos, tesis, ensayos, traducciones, decide inversiones, programa lo que quieras incluyendo páginas web. Acepta órdenes para generar luego su producto.
Por supuesto, no solo los profesores reaccionaron, las agencias fotográficas también porque ven en peligro sus derechos de autor, como sus empleos los trabajadores en programación, traducción, asesorías, ilustración y redacción, tanto publicitaria como periodística, entre otras.
Me quedan semanas de entrenamiento. Ahora hay varias empresas que usan el mismo sistema. Pero es fascinante porque más que todo escribo y me interesa el paso previo, las reacciones: miedo, ansiedad, desafío, curiosidad, rabia.
Lo mismo de cuando las imprentas sucedieron a los tipos móviles y las computadoras a las máquinas de escribir. Hay mucho de no querer verlas, otro poco de ignorarlas y un gran temor. En mi caso, soy partidaria de aprender a manejar las supermáquinas. No hay que quemarlas sino absorberlas. Taparse los ojos no las detendrá.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
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