Gente que Cuenta

Mamá biblioteca,
por Lucy Gómez

Lucy Gomez
“…después de que aprendí a leer, devoré la biblioteca completa, incluyendo la parte “prohibida”…”

A mí me enseñó a escribir una biblioteca. Mi biblioteca.

Le digo mía porque estaba en mi casa. Vivía de niña en una zona pobre de Caracas, en un viejo barrio cercano a la escuela donde daba clases de primaria  mi mamá.

Las buenas maestras tienen que revisar tareas, corregirlas, llevárselas a casa  muchas veces, hablar con los papás y  mamás de sus alumnos,  reunirse con las demás maestras, el director o directora, hacer guardias, etc. Un trabajo bien fastidioso y larguísimo, si no te gusta.

Por lo tanto, a los cinco años, hija única, mamá ocupadísima, pasaba horas sola en aquel sitio largo y medio sombrío, con un patio central lleno de plantas, que tenía casi al final un cuarto con muchos estantes llenos de libros, papeles, revistas y periódicos.

Empecé a leer textos largos en aquellas revistas que llegaban por correo, sobre todo las que tenían fotos, noticias y artículos de países lejanos como Afganistán,China y Estados Unidos. Estaban ilustradas con fotos a veces terribles, escenas de guerra y muerte.Life, por ejemplo.

Pero nadie sabía que leía aquello. Supuestamente solo podía jugar allí, en el sitio que dejaban libre un piano negro, un sofá de paleta azul, una máquina de coser Singer y los estantes, que tenían puertas de cristal y cerradura.

Estaban  bajo llave, porque contenían  libros que no eran para niños. Pero  la llave estaba a mano y al final, después de que aprendí a leer, devoré la biblioteca completa, incluyendo la parte “prohibida” donde entre otra cosas tuve acceso a Los tres mosqueteros de Dumas y todos los libros de Fedor Dostoyevski.

Como a los ocho o nueve años, comencé a escribir por pura necesidad. Encontré un diccionario Larousse con una sección que me encantaba, la parte histórica, con las biografías de todos los dioses romanos, griegos, escandinavos. Y aquello era un enredo. No se sabía bien quién era hijo, esposa, amante  o amigo de quién. La única forma posible de ordenarlo, era escribirlo yo misma. Así que habiendo encontrado más libros con más datos, empecé a redactar mi propia mitología.

Nunca llegué a terminarla, porque los datos eran centenares y después de leer Los tres mosqueteros me dio por  escribir una  novela de amor.

Así las cosas,  seguí escribiendo sin mostrar nunca mis textos. Como leía de todo,  todo el tiempo, excepto libros de química,  matemáticas o física,  me dediqué al final  a las Humanidades, porque lo contrario hubiera sido una tortura.

Al graduarme de bachillerato y tener que escoger profesión, en vista de que  los escritores generalmente se mueren de hambre y no me atraía ser profesora ni maestra ya saben ustedes por qué… decidí que lo mejor era ser periodista. Y así las cosas, me aceptaron en la escuela de Comunicación social de la Universidad Central de Venezuela. Allí aprendí a preguntar, a oír a la gente, a investigar. Mis textos se convirtieron en crónicas, que fue con lo que conseguí trabajo… y en un par de libros, uno de ellos publicado, hasta hoy.

Lucy Gómez e1647642232444
Lucy Gómez Periodista, egresada de la Universidad Central de Venezuela. Fue jefe de redacción y de la sección política, de varios diarios de Caracas y Valencia, durante más de veinte años.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com

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