-¿En qué piensas?
-¿En el tiempo?
-¿Piensas en una máquina del tiempo?
-Sí. Algunas veces, o muchas veces, no sé.
-¿A dónde irías?
-Sabes que siempre pienso en la bodega de mi abuelo. Me gustaría verlo ahí, atendiéndola tras el mostrador de madera, afinando los cuatros y las mandolinas que vendía.
-¿Y solo te imaginas ir a la bodega de tu abuelo?
-No.
-¿A dónde más irías?
-Iría al día en que me dijiste que querías tomar tus maletas y aparecerte en la puerta de mi casa para vivir conmigo.
-Oh. ¿Recuerdas cuando te dije eso?
-Claro. No exactamente la fecha. Creo que fue unos pocos días después de fin de año. Pero sí, recuerdo que me lo dijiste.
-Yo también recuerdo cuando lo dije.
-¿Lo dijiste en serio?
-Sí. ¿Por qué quisieras volver a ese día?
-Creo que me gustaría volver a escucharte decirlo.
-¿Solo por eso?
-No. Quisiera cambiar algo. Me hubiese levantado y vaciado el clóset para hacer espacio para tus cosas.
-¿Por qué cambiarías eso? ¿Crees que me hubiese venido contigo si hubieses hecho eso?
-No sé. Creo que no.
-¿Y entonces por qué lo cambiarías?
-Porque hubiese querido darte la seguridad de que tenías un lugar a donde ir. Te hubiese recibido feliz.
-Pero no lo entiendo. ¿Por qué dices que sabes que aunque hubieses hecho eso, no hubiese venido?
-Porque una cosa es lo que deseabas, y otra lo que sentías que debías hacer. En ese momento, querías eso, pero no estabas preparada.
-¿Entonces? ¿Por qué cambiar eso?
-Porque si lo hubiese hecho, no lo hubieses olvidado nunca, y creo que no dudarías de lo que soy capaz de hacer por ti.
-¿Aún me amas?
-Sin duda que sí.
-¿Y entonces, por qué las cosas no son diferentes hoy?
-Porque si las cosas hubiesen sido diferentes, no hubiésemos llegado hasta aquí.
-¿Entonces esta va a ser nuestra historia? ¿Así será todo?
-No. Pero lo que queremos necesita resolver algunas cosas antes.
-¿Y por qué nos seguimos viendo eventualmente, aunque no pase nada? ¿Por qué siempre estás pendiente de mí? ¿Por qué soportamos estar distantes?
-Porque reparar algunas cosas lleva tiempo, y hoy lo sabemos.
-¿A dónde más viajarías con esa máquina del tiempo?
-A unas semanas antes de que muriese mi mamá.
-¿Harías algo distinto?
-Para nada.
-¿Y entonces?
-Iría a decirle que se vaya tranquila. Que no estaré solo. Que tú estás por llegar.