Gente que Cuenta

Te cuento que…
por Suzan Matteo

Imagen atribuida al Friar john cor Atril press
Imagen atribuida al Fraile John Cor
Fuente: https://x.com/medievalarchive

Precisamente hoy se están cumpliendo 531 años desde que un fraile escocés firmó, sin saberlo, la partida de nacimiento oficial del whisky. O al menos, la primera que se conoce.

Fue en los polvorientos archivos de la corona escocesa donde se halló el papel que dice así: «Para fra John Cor, por orden del Rey, ocho bolas de malta para hacer aqua vitae. Año del Señor 1494, primer día de junio».

¿Qué te parece? El primer trago escocés, ¡bendecido por un fraile y financiado por la corona!

John Cor, monje de la abadía de Lindores, no era ningún beato de clausura. Sabía latín, sabía rezar y, sobre todo, sabía destilar. Con arte y con maña, el buen fraile transformaba la cebada en «medicina», porque como eso nació el whisky.

El proceso no era nuevo.

Los monjes irlandeses se atribuyen su invención con arrogancia y hasta sacan a relucir a San Patricio…

Pero cinco siglos antes, un sabio árabe de nombre Albukassen ya había descrito con precisión cómo destilar alcohol. Aquellos alquimistas musulmanes llevaban siglos destilando lo que luego se deslizó en los monasterios y allí, entre misales, los monjes lo convirtieron en lo que es. Ni Albukassen ni sus discípulos imaginaron que, siglos después, unos tipos con faldas y acento áspero convertirían su ciencia en poesía líquida.

Ese brebaje, nacido entre rezos y contrabando, terminó siendo la sangre de reyes y piratas, de poetas y granujas. Isabel I lo bebía. Los clanes de las Highlands lo usaban como moneda. Y cuando el gobierno inglés quiso imponer sus leyes, los escoceses escondieron los alambiques en los valles, destilando de noche, entre risas y maldiciones.

Pero volvamos a John Cor. ¿Qué hacía un fraile destilando whisky con fondos reales? ¿Acaso calmaba los dolores del Rey o endulzaba las noches del monasterio? Nadie lo sabe. El documento no explica si el aqua vitae era remedio o qué…

Así nació el whisky escocés, entre ciencia árabe y picaresca cristiana. Desde entonces, cada trago guarda un poco de misterio, un poco de historia… y una irreverencia deliciosa.

Levanten su copa con respeto. Dentro, hay más que alcohol: está el fantasma del fraile Cor, el eco de los alquimistas árabes y la sombra sonriente de algún pícaro anónimo que, hace quinientos años, probó por primera vez el demonio en la botella… ¡y decidió que valía la pena!

Suzan Matteo Atril press
Suzan Sezille de Matteo es caraqueña, cosecha del 52; ingeniero industrial aplicada al área social; esposa, madre de dos, que ahora abuelea y escribe desde Inglaterra.
suzansezille@gmail.com
IG @tomadodeaquiydealla

de la misma autora

73

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!