Estaba en estos días «limpiando» el celular y cuando pasaba las fotografías a la computadora, encontré una de mi nieto embelesado viendo un arcoíris a través de un ventanal.
La verdad es que estas hermosas bandas de colores que aparecen en el cielo después de la lluvia son realmente un espectáculo sorprendente. Es uno de los fenómenos naturales más fascinantes y hermosos que podemos observar.
En el colegio nos enseñan que el arcoíris se forma cuando la luz del sol pasa a través de las gotas de agua que quedan suspendidas en la atmósfera tras la lluvia. La luz se desvía, al entrar en la gota, se refleja en su interior y se refracta nuevamente al salir. Este proceso descompone la luz blanca del sol en los distintos colores que siempre siguen el mismo orden que aprendimos al caletre: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta.
En ciertas circunstancias, como en la cima de una cascada o desde un avión, podrías ver un arcoíris completo en forma de círculo.
Lo que descubrimos después es que el arcoíris no es solo un espectáculo visual: es un símbolo de esperanza, belleza y asombro en muchas culturas. A menudo se asocian con historias y leyendas que trascienden las fronteras culturales y geográficas.
En la mitología nórdica, se decía que el arcoíris era el puente Bifröst, que conectaba el reino de los dioses, con los hombres.
En la tradición judeocristiana, es un símbolo de la promesa de Dios a Noé de no volver a inundar la Tierra.
Para muchas culturas indígenas, el arcoíris representa un puente entre el mundo físico y el espiritual.
Para los irlandeses, hay una olla llena de oro en su final. Creo que nadie la ha encontrado y si lo hizo, guardó el secreto…
El asunto es que el arcoíris es un fenómeno óptico, lo que significa que no existe un objeto físico real en el cielo donde podamos tocarlo o atravesarlo. Si intentas acercarte a uno, simplemente se alejará. ¡Triste realidad!
Yo prefiero olvidarme un poco de la ciencia y dejar volar la imaginación… Tal vez algún día, viendo la foto juntos, mi nieto pueda contarme qué pasaba por su cabecita de cuatro años al ver ese espectáculo de colores.
¡Feliz domingo y que tengas una semana alegre y colorida!
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