Gente que Cuenta

Te cuento que…
por Suzan Matteo

George Westinghouse Atril press
El freno Westinghouse o freno de aire combinado, es un sistema de frenado para ferrocarriles con aire comprimido como medio operativo, que funciona simultáneamente en todos los vagones del tren y que se controla desde un solo lugar. Fue patentado en EE. UU. en 1869.
Fuente: Wikipedia

A George Westinghouse, nacido el 6 de octubre de 1846 en Nueva York, le tocó la suerte de ser uno de esos genios discretos, los que no necesitan del aplauso del público ni de la gloria para cambiar el mundo. Tal vez por eso, su nombre no reluce tanto como el de Edison o Tesla.

Sin embargo, pocos como él comprendieron el poder de la electricidad y el futuro del transporte. Aunque, paradójicamente, abandonó la universidad en el primer trimestre, convencido de que había cosas más importantes que aprender en el mundo real.

Westinghouse era un hombre práctico, con el ojo agudo del ingeniero y la audacia del inventor. En 1869 patentó el freno de aire para trenes. Hasta entonces, frenar un tren era una aventura que dependía de operarios en cada vagón, sistema peligroso y rudimentario. Westinghouse imaginó un mecanismo donde el aire comprimido activara los frenos de todos los vagones al unísono y, con esto, transformó por completo la seguridad ferroviaria.

No menos legendaria fue su participación en la célebre “Guerra de las Corrientes”. Mientras Edison, con su habitual arrogancia, defendía la corriente continua (CC), Westinghouse apostaba por la corriente alterna (CA) para lo cual tenía un aliado formidable, Nikola Tesla, cuyo genio teórico complementaba su pragmatismo y juntos demostraron que la CA era más eficiente para transmitir electricidad a largas distancias. Hoy en día, cada vez que encendemos una luz, deberíamos recordar a estos dos hombres.

Westinghouse, además, jugaba limpio. Mientras Edison recurría a espectáculos macabros como electrocutar animales en público para desacreditar la CA, él mantenía la ética como bandera.

Con más de 300 patentes a su nombre, incluidos el transformador y varios inventos clave para la transmisión eléctrica, su legado es monumental. Fundó Westinghouse Electric, una empresa que no solo construyó el primer reactor nuclear comercial del mundo, sino que marcó el paso de la industria moderna. Murió el 12 de marzo de 1914, dejando tras de sí un mundo más seguro, más conectado y más eficiente.

George Westinghouse fue un hombre adelantado a su tiempo, un gigante de la ingeniería cuyas contribuciones siguen dando forma a nuestras vidas. Un nombre que, aunque no suene tan fuerte, resuena en cada paso del progreso.

Suzan Matteo Atril press
Suzan Sezille de Matteo es caraqueña, cosecha del 52; ingeniero industrial aplicada al área social; esposa, madre de dos, que ahora abuelea y escribe desde Inglaterra.
suzansezille@gmail.com
IG @tomadodeaquiydealla

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