En Caracas se va a celebrar el IV Festival de Artes Escénicas Franco-venezolano, actividad patrocinada por la Embajada de Francia, una ventana para exaltar la diversidad cultural francesa.
En cada edición del festival se rinde homenaje a una figura que haya estado vinculada con las artes tanto en Francia como en Venezuela. En 2023 se recordó a la bailarina Sonia Sanoja y en 2024 se homenajeará al músico franco-venezolano Reynaldo Hahn, lamentablemente un gran desconocido para la mayoría de los venezolanos. Aunque nació en Caracas hace 149 años, su vida guarda relación con algunos niños de hoy que emigran por la situación que se vive en Venezuela y que gracias a las oportunidades podrán desarrollar sus prodigios.
Eran los tiempos de Antonio Guzmán Blanco cuando la represión y la falta de libertades marcaban la cotidianidad. Su padre, un brillante ingeniero alemán, de origen judío, casado con una caraqueña sintió que no era el ambiente propicio para que crecieran sus 11 hijos, siendo Reynaldo uno de ellos.
En la capital francesa el pequeño Reynaldo, de gran sensibilidad artística y dotado de un especial sentido de la música aprovechó lo que la ciudad le ofrecía y se convirtió en un músico importante, pero también frecuentó los salones donde se reunía la flor y nata parisina.
Ha sido calificado como niño prodigio pues a los 8 años ya había compuesto sus primeras canciones. Debutó en los salones de la princesa Matilde, sobrina de Napoleón Bonaparte. Por ser una mujer liberal se le calificó de excéntrica y congregó en su casa a buena parte de la intelectualidad francesa.
Sus profesores se encuentran en el olimpo de la música: Jules Massenet, Charles Gounod, Camille de Saint-Saëns. Compuso un interesante repertorio que es poco conocido en Venezuela y que todavía, en el siglo XXI no se le valora como se merece. Culminó su carrera como director de la Ópera de París y su trabajo fue reconocido con la Legión de Honor.
Que un Festival de relevancia como el de Artes Escénicas Franco Venezolano honre la figura de Reynaldo Hahn va más allá de aplaudir al niño prodigio y a sus creaciones musicales. Nos obliga a indagar en su intimidad y a conocer las experiencias traducidas en historias que narró a través de su música.
Comunicadora Social egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas. Ha ejercido el periodismo en galerías de arte, en el diario El Universal, mantiene el espacio Madame Glamour en el programa radial Las entrevistas de Carolina. Escribe de moda, arte y estilo de vida.
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