Madonna con el Niño, 1435
Fuente: https://www.wikiart.org/
Hoy es el Día de la Madre en Venezuela y en buena parte de América Latina. Una jornada para llenarlas de flores, chocolates, mensajes de WhatsApp con mariposas y corazones… y para tratar de escribir sobre esta fecha sin que suene almibarado, cursi o muy trillado.
La cosa viene de lejos. Ya los egipcios celebraban a Isis, la «Gran Madre». En Grecia, la fiesta era para Rhea, madre de los dioses del Olimpo y esposa de Cronos, que se tragaba a los hijos (vamos, que ella era la jefa de lo que ahora llamaríamos una familia disfuncional). En Roma, se la asoció con Cibeles, ya que las dos representaban la fertilidad y la maternidad.
El cristianismo no se iba a quedar atrás, así que Europa convirtió esas fiestas paganas en homenajes a la Virgen María. El 8 de diciembre, Pío IX oficializó el Día de la Madre para rendir culto a la Inmaculada Concepción.
La primera en organizar el festejo en plan moderno, leí que fue Anna Jarvis, allá por 1908, en los Estados Unidos. Quería honrar a su madre, activista social. No puedo imaginar su reacción cuando los floristas y los fabricantes de tarjetas convirtieron la fecha en lo que es… porque de que hay mercantilismo, lo hay.
La fecha, eso sí, es un caos internacional:
España lo celebra el primer domingo de mayo (sin pecar de irreverente, creo que es porque, entre santos y procesiones, ya tenían el mes ocupado con vírgenes varias); Japón hoy regala claveles rosados; en México, el 10, se cantan «Las Mañanitas» y se llora desde el día anterior; Corea del Sur fusiona el evento con el Día del Padre el día 8; Rusia y otros países del Este hacen coincidir el Día de la Madre con el Día Internacional de la Mujer; Francia el último domingo de mayo, pero si la fecha coincide con la celebración del Día de Pentecostés, se festeja el primer domingo de junio; y Argentina lo movió a octubre, por algo relacionado con la antigua celebración del calendario litúrgico, que conmemoraba la festividad de la Maternidad de la Virgen María ese mes.
En otros países, cada quien hace lo que le da la gana: en Noruega es en febrero, en Panamá el Día de la Inmaculada, en Tailandia en agosto y en Indonesia cuando se alinean los planetas. Cada cual celebra a su madre cuando le conviene. Y eso, en el fondo, no tiene nada de malo…
…Porque «el Día de la Madre es todos los días» y «Madre hay una sola».
¿Habían oído antes esas dos frases tan originales?
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