Bienvenidos a Balmoral,
por Mayte Navarro
Carlos III es un monarca que no puede perder tiempo porque sabe que no tiene a su disposición setenta años para reinar, como los tuvo su madre. En estos últimos días anunció que Balmoral, ese coto sagrado para los Windsor, abrirá algunos salones para el público. Él ha expresado que desea compartir su patrimonio con la gente, porque a diferencia de Buckingham, es propiedad privada del rey.
El hecho de abrir el palacio conlleva más gastos, pues debe contratar más personal, pero también significa una mayor afluencia de gente en Aberdeenshire, Escocia, lo que se traduce en un mayor volumen de visitantes que dejarán dinero en restaurantes, hoteles y otros negocios.
Y mientras el rey piensa en lograr algunos beneficios colectivos que también le favorecerán, pues al haber más dinero pod...