Gente que Cuenta

2.000,
por José Manuel Peláez

Yevgenia Nayberg Atril press
Ilustración, Yevgenia Nayberg
Fuente:https://nayberg.org/
“…lo que se escribe puede ser mejor y más breve al mismo tiempo, siempre que la idea sea buena y esté clara en mi cabeza…”

 Desde que inicié mi colaboración con Atril disfruto y sufro con ella. Me explico: disfruto escribir, de que lo que escribo pueda agradarle a algunas personas y también disfruto el compartir espacio con quienes todavía defienden la lectura más allá de las crípticas simplificaciones a las que los medios sociales han reducido el lenguaje y también las ideas.

Sin embargo, también sufro porque Luli, la jefa, tan heroica en comandar la iniciativa de esta publicación semanal contra viento y marea, es igual de feroz a la hora de mantener los 2.000 caracteres como el límite máximo que podemos utilizar. En algunas ocasiones, cuando termino la primera versión de un artículo que me gusta mucho y me doy cuenta de que tiene 2.967 caracteres creo imposible reducir la “grandeza de mis ideas” en 967 caracteres. Y la posibilidad de “pasar por debajo de la mesa” o de “hacerse el indio” desde luego que no califica con Luli.

Pero como dicen por ahí, del sufrimiento es de donde más se aprende y ha resultado que, después de varios años de trabajo, me doy cuenta de que lo que se escribe puede ser mejor y más breve al mismo tiempo, siempre que la idea sea buena y esté clara en mi cabeza. Aunque eso no es todo, por supuesto.

Tengo que hacer una confesión.

Cuando le hablé a Manolo de que podía escribir sobre algo importante para mí que me hubiera llegado vía Atril, fue él quien me sopló la idea de lo que había significado forzarme y esforzarme a domar mi tendencia al exceso y reducirla a 2.000 caracteres.

─ Claro que también deberías hablar de mí ─ me dijo sin ninguna vergüenza y pasó a aclararme por qué pensaba eso.

Gracias a él, que es mucho más parco que yo y que no se distrae con tonterías, yo había aprendido a contenerme y a buscar cómo no decir en cuatro palabras lo que se podía decir en una o dos. También había aprendido a ver un poco más allá de las apariencias y a no dar “respuestas automáticas” a muchas dudas y preguntas.

De manera que, así como reconozco mi deuda con Atril y su equipo, también debo reconocer mi deuda con Manolo, no solo por lo que él me apunta, sino porque un compañero como él (a pesar de su tendencia a tratarme como a un iluso) es un lujo que puedo permitirme gracias a que siempre está ahí para ayudarme a no superar la barda de los 2.000 caracteres aun cuando hablemos de asuntos que parecieran no caber en tan corto espacio.

Captura de Tela 2021 12 03 às 00.33.23
José Manuel Peláez
Profesor universitario de Literatura del Renacimiento y Teatro Contemporáneo. Escritor de ficción para cine, televisión y literatura, especialmente policial. Sus novelas “Por poco lo logro” y “Serpientes en el jardín” se consiguen en Amazon. Ha creado y dirigido Diplomados de Literatura Creativa y de Guion audiovisual en la Universidad Metropolitana de Caracas. Actualmente mantiene un programa de cursos virtuales relacionados siempre con la Narrativa en todas sus formas.
josemanuel.pelaez@gmail.com

del mismo autor

287

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!