
Fuente: https://www.helenaperezgarcia.co.uk/
¿Tienes que agradecer algo hoy?
Tal vez no. Y es probable que creas que no tienes que hacerlo. Me he encontrado con personas que creen que todo se lo merecen. Nunca dan las gracias y menos desde el corazón.
Pero estoy persuadida de que hace falta un cambio de actitud con respecto a lo que realmente creemos que merecemos y, además, con la acción específica de dar gracias.
Soy partidaria de reconocer y expresar agradecimiento.
Motivos hay millones. Desde la inteligencia específica que heredamos y nos permite trabajar, ganarnos la vida y disfrutar de esa ventaja, hasta el país en donde nacimos, la familia que nos rodea, el sol que alumbra otro día.
Ese tipo de agradecimiento raramente podemos expresarlo en voz alta.
Recuerdo cuando tomé conciencia de la bocanada de belleza que regala mi tierra. No fue precisamente leyendo un libro de historia o de cívica. Nací en Venezuela, un país de solo dos estaciones: seca y lluviosa. Cuando hace sol por sus caminos, en el centro del territorio, llena la vista una fila extensísima de árboles llenos de flores amarillas, araguaneyes, que te llenan primero de sorpresa y luego de dicha. Las flores se desprenden y forman en el suelo una alfombra vibrante. Pero darle las gracias a mi tierra no es posible solo con palabras… No es una persona. Es con hechos. Hay que plantar más árboles, cuidar los que hay, hablar de eso, como ahora.
¿Y qué pasa con el agradecimiento a la gente? A esas personas que esperaron por ti, que te compraron un regalo porque sí, que te hicieron pasar adelante y te resolvieron un problema aunque no tenían que hacerlo. Aún recuerdo una fisioterapeuta sorprendida porque le di las gracias y sonreía cada vez que la veía. Parece que la moda entre sus pacientes es quejarse y estar amargados. Pero eso solo hace infelices a los demás, vuelve el día lluvioso y gris.
Recomiendo sonreír y revisarse el corazón no solo para saber la tensión y descartar una enfermedad cardíaca. Si sintonizas la risa y el buen rollo con fuerza, duras más y te hace bien. Hay mucha gente que necesita saber que dio alegría, que solucionó un problema.
O simplemente necesita sentirse útil y compañero de alguien más.
No debería ser tan difícil… Hagan la prueba, a mí me parece mágico dar gracias.

es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com