Lavar ropa es bien mecánico, pero esta semana la máquina se paró en las patas de atrás y se negó a funcionar. Ni siquiera con el viejo truco de desenchufarla y esperar un ratico. Nada. En el panel de control no cabía una lucecita roja más. Aquello parecía más bien de submarino nuclear, pero yo soy incapaz de entender a ninguno de los dos y de la tecnología lo único que he aprendido es que no vale la pena discutir, porque es meterte en pleito perdido.
Por fin descubrimos que fue que sin querer activé el seguro de niños. ¿Seguro de niños? Ni sabía que existía ni en esta casa hay niños, pero eso sí. ¡Es eficientísimo!
Google de por medio, finalmente logramos disuadirla para que funcionara. Pero lo que no se me sale de la cabeza es eso de los seguros anti niños…
¿Qué pudo llevar a los que fabricaron esta lavadora a ponerle un seguro contra niños? ¿Sería que alguna vez se metió un niñito adentro? Ajá, pero ¿cómo la puso a funcionar, si los botones quedan afuera? Sigo sin entender.
Había las lavadoras de rodillos, que funcionaban con una manivela. No sé qué tan eficientes eran, pero se veían bien divertidas. Claro que no tenían seguro de niños, pero en aquella época con pelar los ojos y advertirnos que ni se nos ocurriera tocarla era más que suficiente. ¡Y eso que éramos unos niños terribles!
También recuerdo las de selección de ciclos, que son las que normalmente se consiguen en las tiendas de electrodomésticos. Le dices qué quieres lavar, le pones el jabón y listo. Como les decía al principio, algo bien mecánico.
Y me acabo de acordar que en mi casa trabajaba una mujer que no me acuerdo de cómo se llamaba, que lavaba con jabón azul en la batea mientras fumaba con la candela hacia dentro. Cómo hacía para no quemarse fue algo que no logré entender y más adelante se lo pregunté a mis hermanos y ellos ni siquiera se acordaban de ella. Pero igual yo sería incapaz de imaginarme algo así, de manera que lo doy por hecho y si algún día me vuelvo a encontrar con alguien que fume y lave ropa de esa manera, seguro le pregunto cómo hacía y de paso aprovecho para ver si no tiene un día libre para que venga a darme una mano.