
Ilustración de “El cuento de Ivan Tsarevich, 1901
Fuente: https://www.artbook.cz/
El huevo ha fascinado a las civilizaciones. Pero la forma del huevo escapa a la cosmogonía, aunque tenga una trascendencia fundamental.
El laboratorio de diseño de la naturaleza raramente produce soluciones simples. Considere el humilde huevo—su forma oval es una respuesta inteligente a la necesidad aerodinámica. Las aves que se destacan en el vuelo tienden a producir huevos más alargados, porque sus cuerpos aerodinámicos crean oviductos más estrechos por los cuales estos huevos deben pasar. Una adaptación evolutiva moldea otra—el don del vuelo determina la cuna de la próxima generación.
Nuestra especie no vuela, pero ¿ya pensó por qué las mujeres corredoras parecen tener pelvis más estrechas?
El ser humano nace de huevo de otra forma, pero el feto, aunque necesita una cabeza grande para tanto cerebro, también necesita pasar por un canal estrecho para nacer. En la gran narrativa de la evolución humana, la pelvis femenina surge como protagonista silenciosa de una negociación biológica extraordinaria. Por millones de años, nuestros cuerpos fueron moldeados por fuerzas aparentemente contradictorias: la necesidad de caminar y correr erguidos con eficiencia y la exigencia de dar a luz a niños con cerebros excepcionalmente grandes.
Pero, la pelvis ensanchada dificulta correr. Si correr fuera deseable, pelvis estrechas serían una ventaja, pero son una desventaja al parir. Una consecuencia de esto puede haber sido que más mujeres de pelvis estrechas morían en el parto, disminuyendo su proporción en el caldo genético, de forma que las mujeres que sobrevivieron eran más abundantes, por así decirlo, y se derivaron a tareas domésticas en lugar de correr tras animales.
Aves que vuelan dan lugar a huevos alargados. Seres que caminan erguidos, y que piensan mucho, necesitan madres con pelvis anchas. Como estas son menos aptas para correr, pasaron más tiempo en casa. Así puede haber surgido la cultura de que la mujer no puede competir con el hombre. Cultura esta que sobrevive mucho después de que correr tras animales no fuera más necesario.
Más interesante que aquello del huevo y la gallina, ¿no crees?

alfredobehrens@gmail.com
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