Gente que Cuenta

El armadillo salió de su cueva,
por Alfredo Behrens

O Tatu saiu da toca A
“…un puñado de brasileños en medio del desierto, bajo un sol inclemente que castigaba día tras día…”

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¿Cómo enviar el mensaje? Los ojos del régimen de Saddam Hussein estaban por todas partes, y aquel descubrimiento era demasiado grande para perderse. El ingeniero se rascó la cabeza mientras observaba el paisaje árido de Irak a través de la ventana del tráiler que servía como oficina. Era 1977, y la primera crisis del petróleo aún reverberaba por el mundo, habiendo empujado a Brasil a una búsqueda desesperada de oro negro en tierras extranjeras.

Todo comenzó cuando el presidente Ernesto Geisel, quien había sido presidente de Petrobras, dio la orden: “¡Vayan donde sea necesario, pero encuentren petróleo!” La empresa estatal brasileña, todavía novata en el juego internacional, llegó tarde al reparto de los campos iraquíes. Les tocó un lote aparentemente sin gracia, cerca de la frontera con Irán. “Mejor que nada”, pensaron los directores en aquel momento.

Y ahí estaban ahora, un puñado de brasileños en medio del desierto, bajo un sol inclemente que castigaba día tras día. El termómetro no perdonaba, y la insolación comenzaba a afectar hasta a los más resistentes del equipo. Los días se arrastraban entre perforaciones y análisis, hasta que sucedió: la broca encontró algo. ¡Y vaya algo! No era solo petróleo, era lo que llegaría a conocerse como Majnoon, uno de los mayores campos petrolíferos del mundo.

El ingeniero tomó otro sorbo del café, ya frío a pesar del calor, y miró el télex. ¿Cómo avisar a la matriz en Brasil sobre el descubrimiento sin que el régimen de Saddam Hussein interceptara la información? Entonces una sonrisa apareció en su rostro. Si ya decían que la insolación en el desierto estaba volviendo delirante al equipo, ¿por qué no usar eso a su favor?

Se sentó frente a la máquina y comenzó a teclear algo que llegó a Brasil como: “URGENTE EL ARMADILLO SALIÓ DE SU CUEVA STOP HAY NEGRO CORRIENDO SUELTO EN EL DESIERTO STOP REPITO El ARMADILLO SALIÓ DE SU CUEVA STOP EL ARMADILLO MÁS GRANDE JAMÁS VISTO EN ESTAS TIERRAS STOP NECESARIO PREPARAR MADRIGUERA MÁS GRANDE URGENTE STOP”

Para cualquier espía iraquí, aquel mensaje parecería apenas un relato más del delirio causado por el sol inclemente del desierto, donde un grupo de brasileños alucinados veía animales corriendo por la arena. Pero en São Paulo, los ejecutivos de Petrobras celebraron. El código improvisado funcionó perfectamente: el armadillo que cava cuevas y el “negro” – código para el petróleo – habían sido encontrados, y en cantidad impresionante.

Años después, cuando la historia ya podía ser contada, los veteranos de Petrobras aún reían al recordar cómo una supuesta locura causada por la insolación había servido de disfraz perfecto para comunicar uno de los mayores descubrimientos petrolíferos del mundo. La creatividad brasileña, una vez más, había probado que podía vencer hasta los desafíos más improbables al otro lado del mundo.

Alfredo Behrens Atril press
Alfredo Behrens es PhD por la Universidad de Cambridge, ha sido profesor de Liderazgo para grandes escuelas de negocios y publicó o fue premiado por las universidades de Harvard, Princeton y Stanford. Tiene cuatro hijas, y con su mujer Luli Delgado vive en Oporto, Portugal, desde 2018. Algunos de sus libros pueden ser comprados a través de Amazon.
alfredobehrens@gmail.com


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