Hay una planta tropical, que consiguió un nicho en los mercados de flores de todo el mundo, aún en los de clima más frío, por sus colores, su resistencia y su irresistible impulso de reproducirse.
Se multiplica en lo que satisfacemos una de sus necesidades básicas, que es tomar agua. Le echamos agua limpia en el centro del vaso que construyen sus hojas y sobrevive. Se trata de una bromelia de la familia de las Guzmanias, la Lingulata.
Se ha hecho habitual en los viveros. Sus hojas son verdes y la venden en general florecida, con una roseta rojo vivo que le dura varios meses. Cuando empieza a morirse aparentemente porque la flor se seca y las hojas de alrededor pierden lozanía, inmediatamente empiezan a asomar sus retoños, más de cuatro o cinco, seguro.
Mantenerla es fácil. Basta echar agua limpia en la roseta central, pulverizarla con agua tibia una vez por semana, colocarla en un sitio bien luminoso, pero sin que el sol la alcance directamente, porque se le queman las hojas y sumergirla en agua cada diez días.
Si quieres nuevas plantas a partir de los brotes o retoños de la base, sepáralos solo cuando tengan un tercio del tamaño de la planta madre y siémbralos.
La Guzmania, no solo adorna, sino que filtra ochenta por ciento de los contaminantes que andan por tu casa. Debes colocar dos a cada cien metros que tengan por lo menos medio metro de altura. Por si no lo sabías, en nuestras casas la contaminación debida a los limpiadores de alfombras y telas, el humo de cigarrillos, los detergentes, las pinturas, barnices, pegamentos y agentes de limpieza como el amoníaco, pueden producirnos diversas irritaciones, alergias y alteraciones en el funcionamiento de los órganos internos, por lo que es necesario prever problemas. Más aún si el remedio es tan bello como una de estas bromelias.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
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