Escuela rusa (siglo XVII)
Hoy resonamos con el eco de las palmas agitadas en honor a la llegada triunfal de Jesús a Jerusalén. Domingo de Ramos, un día donde la fe se eleva y las tradiciones religiosas se entrelazan con la diversidad cultural alrededor del mundo.
Desde las calles empedradas de España hasta las coloridas alfombras de Guatemala, cada región tiene su propia manera de conmemorar este inicio solemne de la Semana Santa.
En España, las procesiones se llenan de figuras religiosas adornadas con palmas y ramas de olivo, mientras que en Filipinas, las dramáticas representaciones callejeras, conocidas como Pasyon, transportan a los espectadores a través de la pasión y muerte de Jesús. En Siria, los devotos levantan grandes arcos de palmas, recordando la llegada mesiánica a Jerusalén, mientras que en Rusia, el clero y los fieles marchan juntos con sus ramas en mano.
En América Latina, las calles se convierten en lienzos de color con alfombras de aserrín teñido y flores, marcando el camino para las procesiones de Domingo de Ramos en México y Guatemala. En Bolivia, la “Aymara de animales” en la Feria de Ramos rinde homenaje a la celebración católica con la venta y compra de animales, recordando tiempos bíblicos.
En Caracas, la bajada de los Palmeros de Chacao desde el cerro El Ávila lleva las palmas bendecidas para la ocasión, simbolizando la entrada triunfal de Jesús a la ciudad santa.
Y así, en cada rincón del mundo, el Domingo de Ramos se celebra con fervor y devoción, recordando el momento crucial en la historia de la fe cristiana.
Palmas, olivos, procesiones y alfombras son solo algunas de las manifestaciones de esta festividad global. Aunque las tradiciones varíen, todas comparten el mismo propósito: honrar la entrada de Jesús a Jerusalén y dar inicio a la Semana Santa, un tiempo sagrado para los creyentes en todo el mundo.
Con la expresión que usan el día de hoy en Ucrania mientras se palmean unos a otros “Sé alto como el sauce, sano como el agua y rico como la tierra”, les deseo que en este Domingo de Ramos la fe nos guíe y la esperanza nos inspire en nuestro viaje espiritual.
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