Histeria II,
por Getulio Bastardo

Para quienes no lo leyeron, les ofrecemos la entrega anterior: 

Histeria, por Getulio Bastardo

La personalidad histérica o trastorno de personalidad histriónica, es muy frecuente de encontrar en los ambientes de la TV y cine.
He aquí alguno rasgos característicos de esta personalidad:
Como se ha dicho, es manipuladora y seductora, pero no es capaz de completar la excitación y el clímax sexual.
Emocionalidad excesiva e inestable: Las personas con este trastorno suelen ser muy emocionales, dramáticas y buscan constantemente la atención de los demás (muchos pretendientes con nexos afectivos débiles).
Búsqueda de atención: Tienen una necesidad intensa de ser el centro de atención y pueden volverse incómodas o ansiosas si no lo son. En el ejemplo que vimos la semana pasada, finge un desmayo y luego ya en la calle viste llamativamente.

Comportamiento seductor: a menudo utilizan el atractivo físico y el comportamiento seductor para llamar la atención (“todos los hombres me invitan a salir”). Por supuesto que si no fuera por su comportamiento seductor serían menos las invitaciones.
Empatía superficial: aunque pueden mostrar empatía, a menudo es superficial y se centra más en su propia necesidad de ser comprendida y admirada. ( Había salido con muchos hombres, sin lograr establecer un nexo afectivo duradero).

Dificultades en las relaciones: Pueden tener problemas para mantener relaciones saludables debido a su necesidad de atención y su tendencia a dramatizar situaciones (no tienen amistades ni relaciones duraderas).
En el caso particular de Mariana, sin saberlo ella había intentado un método terapéutico conductual llamado desensibilización sistemáticamente, el cual consiste en una aproximación progresiva al objeto temido o fóbico.
Así, ante el temor al sexo, primero aceptó ir a un hotel, aunque no se bajó, en una segunda oportunidad logró entrar al hotel, pero no a la habitación y por último llegó hasta la habitación y empezó a desvestirse pero después se arrepintió.
Claro, este fue un síntoma puntual, el cual abordamos junto con el novio, a quien contactamos y estuvo de acuerdo a asistir a la terapia.
El tratamiento del trastorno de personalidad es más complejo, no se trata solamente del aspecto sexual, pero al resolver una situación tan compleja e importante como esa, los siguientes pasos se abordaron con más confianza.

La personalidad histriónica es como un imán para los focos. Quienes la tienen, sienten una necesidad casi adictiva de ser el centro de atención. Imagínate a una actriz dramática, siempre buscando aplausos y ovaciones. Son personas muy emotivas, que viven sus emociones de manera intensa y a menudo exagerada.

Su encanto es innegable, pero a veces puede parecer un poco superficial. Les encanta seducir, pero más que una conexión profunda, buscan la admiración y la validación de los demás. Y aunque pueden parecer muy empáticas, en realidad están más preocupadas por cómo se sienten ellas mismas.

Mariana era un claro ejemplo de esto. Sin darse cuenta, estaba atrapada en un círculo vicioso de buscar atención y evitar la intimidad. Su miedo al sexo era un síntoma más de este patrón. Pero poco a poco, con ayuda de un terapeuta y su pareja, empezó a entender lo que estaba pasando y a tomar las riendas de su vida.

El trastorno de personalidad histriónica es complejo y requiere un tratamiento a largo plazo. Pero al abordar situaciones específicas, como el miedo al sexo, se puede avanzar mucho y ganar confianza para enfrentar otros desafíos.

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