
Fuente: Instagram
Todas las semanas recibía sus cartas, perfumadas, que él respondía igualmente perfumadas y colocadas en sobres de colores muy suaves, rosado, violeta, azul, tal como habían llegado, escritas con caligrafía fina; por supuesto nunca las leí, pero supongo que se ratificaban su eterno y fiel amor.
Su mesita de noche estaba adornada con la foto de la escribidora de cartas en un marco plateado repujado con arabescos donde predominaban corazones y rosas y algún cupido entreverado.
No tenía ojos para ninguna otra mujer… solo para su prima y novia.
Los estudiantes de medicina hacen sus pasantías en otras ciudades de la región y es por eso que en los últimos dos años o bienio clínico, como también se le dice, algunos deben salir de la ciudad.
Llegó a su pasantía a hacer sus últimos ciclos, y ya el trato no era solo con las compañeras de estudio, sino que tenía que compartir con otras personas más estrechamente, médicas, enfermeras, técnicas o sus amigas, y así fue haciendo amistades, cada vez más íntimas con algunas y con una de ellas con más intensidad, hasta que se hicieron novios.
La foto ya no adornaba la mesa de noche y las cartas que seguían llegando, ya no se respondían con la misma frecuencia.
Terminó la práctica y regresó a la ciudad sede, y en el mismo edificio donde fue a vivir encontró otro amor, sin renunciar a los anteriores.
Se acercó la fecha de grado y comenzaron a llegar familiares para el acto solemne en el Aula Magna. Llegaron los tíos con la prima – novia. Vino la enamorada de la ciudad de las pasantías con sus padres y hermanos. En el mismo edificio la familia de la nueva novia estaba preparando una cena de gala para el recién graduado, sus padres y sus invitados.
El bachiller sufría de Dermatitis Atópica, una condición clínica que se le exacerbaba en los momentos previos a exámenes, originando fuerte prurito en los brazos; esta vez sin haber exámenes de por medio hizo un ataque en todo el cuerpo y tuvo de ser hospitalizado para sedarlo y protegerlo de sus uñas, de las novias y de los familiares de éstas.

Médico psiquiatra clínico, profesor universitario jubilado en Venezuela y activo en Perú, casado, con seis hijos y seis nietos. Soy un viejo feliz
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