Gente que Cuenta

Lo tenía todo,
por José Manuel Peláez

Robert Delaunay Atril press
Robert Delaunay,
Torre Eiffel, 1926

La noticia ya estaba atrasada sin que hubiese pasado un minuto: Ronnie se iba a París. Desde mis primeros días en el trabajo, la meta de Ronnie por conseguir la corresponsalía en la Ciudad Luz era parte esencial de las historias de la oficina. Hablaba perfecto francés, solo bebía vinos franceses, solo comía recetas francesas, además de conocer a fondo la historia y la política gala. Hasta había terminado con su prometida porque ella pensaba que Napoleón fue una de las siete plagas de Europa.

Y ahora, finalmente, Ronnie lo tenía todo. Casi le rompimos la espalda dándole palmadas de felicitación y todos fuimos a celebrar la buena nueva. Ronnie era muy querido y lo íbamos a extrañar, pero pesaba más en nuestro ánimo saber que el colega haría sus sueños realidad. Había entre nosotros una mezcla de alegría, nostalgia y también envidia cuando le ayudamos a empacar todo.

Las cajas se iban acumulando en su apartamento cada vez más desnudo, sobre todo porque Ronnie se negaba a desprenderse de algún recuerdo. Las fotos de sus compañeros de estudio, la primera olla en la que cocinó Sopa Boullabaisse, un busto rajado de Napoleón, el delantal de su madre o la primera procesadora de palabras que utilizó no podían quedarse atrás en su nueva vida.

Yo me fijé que, a medida que las cajas se llenaban, el ánimo de Ronnie iba cambiando de una euforia inicial de risotadas constantes a un silencio hosco con el que lo dejamos al cerrar la puerta después de despedirnos. Todos supusimos que era solo un mal momento y que pronto París le devolvería el ánimo.

Le conté a Manolo la historia de Ronnie y el raro final que no dejaba de extrañarme.

─ Quizás tu amigo se esté haciendo preguntas importantes y no tenga las respuestas.

Manolo pensaba que no hay nada más aterrador que llegar a tener todo lo que has soñado. Ahí es cuando te preguntas; si realmente lo has deseado o solo fue un espejismo, si el verdadero París es el que tú has inventado, si eso de “conseguir tus sueños” es el inicio del fin, si vas a ser capaz de desear algo más, si realmente estás comenzando una nueva etapa con la memoria limpia o con un pesado tren de recuerdos.

─ No hay nada mejor que nunca conseguir todo ─ concluyó Manolo.

En ese momento agradecí por tener muchas cosas que no he conseguido.

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José Manuel Peláez
Profesor universitario de Literatura del Renacimiento y Teatro Contemporáneo. Escritor de ficción para cine, televisión y literatura, especialmente policial. Sus novelas “Por poco lo logro” y “Serpientes en el jardín” se consiguen en Amazon. Ha creado y dirigido Diplomados de Literatura Creativa y de Guion audiovisual en la Universidad Metropolitana de Caracas. Actualmente mantiene un programa de cursos virtuales relacionados siempre con la Narrativa en todas sus formas.
josemanuel.pelaez@gmail.com

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