Manual de citología, por Victorino Muñoz

Con el tiempo y con la edad, algunos nos vamos poniendo quisquillosos. Tal vez yo ya era así y se me ha acentuado. Tal vez es porque uno va contando los días como monedas y sabemos que cada momento es precioso, por lo que decidimos economizar e invertir el tiempo en cosas que solo sean de nuestro agrado.

En este orden de ideas, confieso que se me hace difícil, ahora, tolerar algunos libros más allá de cierto número de páginas. Particularmente me ocurre con esos dizque ensayos, que no son más que una recopilación de cosas que otros dijeron.

Sea cual sea el tema sobre el que van a disertar, hay ciertos escritores que parece que quieren aprovechar el momento para presumir lo que han leído. Y en lugar de dar su opinión sobre el tema (suponiendo que para eso son los ensayos), se ponen a citar y a citar.

Van a hablar del suicidio… y dale a revisar lo que dijo Freud, lo que dijo Jung, lo que escribieron Kristeva y Lacan. Qué fastidiosos se ponen. Pasan páginas y páginas citando y citando autores, desenterrando no sé cuántos libros de sus tumbas. Y al final uno no se entera de cuál es la visión del escritor, si es que tenía una visión personal del asunto.

Que si esto es lo que se debe hacer, ya que uno no inventó el tema y es lo correcto reconocer que otros, antes, han hablado sobre ello. Pues, déjame decirte que ya lo sabía y que también he leído a esos autores que tú citas. Es cierto, es lo que se hace y lo hacen muchos. Hasta escritores que uno admira, como Camus o Habermas. Es lo que se acostumbra, pero no quiere decir que deba ser de mi agrado.

Yo prefiero a los ensayistas a la usanza antigua, como Montaigne, o como el mismo Borges, que decían lo suyo y ya, de manera clara, directa, concisa, sin tanto rodeo. Y si citaban la autoridad de un maestro, lo hacían para argumentar en un determinado momento, y no se convertía esto en el centro de la exposición, o peor aún, en todo el texto.

La verdad, si yo quisiera saber lo que dijeron Platón o Aristóteles, leería a Platón o a Aristóteles y no Fulano o Zutano, quien parece que no tiene opinión, pero sabe hacer unas citas muy lindas. Y al final, entre tanta cita, termina pareciendo un manual de citologías.

Digan lo que quieran, pero yo soy así y leo así. Y si quieres que te lea ve al grano y di lo tuyo, o te irás al montón de los que nunca serán leídos. Solo tienes unas pocas páginas de oportunidad. Porque mi paciencia es corta, mi tiempo es precioso y hay muchos otros libros esperándome. He dicho.

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