De ese tamaño,
por Luli Delgado

Creo que fue en la Serie del Caribe, da igual, que Venezuela venció a Japón 10×0. Las nueve arepas, pues.

Me recordó la final Brasil Alemania de 2014, que Alemania ganó 7 x 1. Nosotros, que lo estábamos viendo en una panadería, resolvimos en medio del segundo tiempo que mejor nos íbamos porque había perdido la gracia, y resulta que en la cola para pagar hubo otro gol, que al principio pensamos que había sido replay, pero no, era otro gol de verdad.

No soy fanática de los deportes, aunque entiendo la mecánica por lo menos de estos dos, pero no es a ellos a los que quisiera referirme.

Voy a mi punto. Si, digamos, en el octavo inning o a los 30 minutos del segundo tiempo, la ventaja del otro equipo es tanta así, ¿no sería más honorable reconocer que perdiste en vez que aguantar el chaparrón hasta el final? Quitarse la careta, dejarlo de ese tamaño y de paso ahorrarle sufrimiento tanto a jugadores como a los espectadores.

 No sé si existe algo escrito en las reglas de estos juegos, pero visto desde afuera a mí me parece que debería haber.

Como suele suceder en la vida. Si te das cuenta de que no ves luz, que lo que sea que tienes entre manos, negocios, amor, proyecto, no va a salir adelante, no va a faltar quien desde la sensatez te aconseje que lo mejor para todos es que se quede de ese tamaño, que no vale la pena seguir gastando tiempo y energía en aquello cuya única salida es el fracaso.

Pero en estos deportes parecería que no se puede. Y lo peor es que no por estoicos están exentos de torceduras, malos golpes y contusiones que por si fuera poco perder, los dejan en franca desventaja para el próximo juego.

Ustedes me dirán si no tengo un punto…

de la misma autora