Gente que Cuenta

El fin de los centavos,
por Lucy Gómez

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“…Se inventaron en épocas en que una pequeña cantidad de efectivo podía comprar más cosas que hoy. Representaban exactitud y confianza”
Fotografía: Pinterest

 Cuando iba a pagar, se produjo un aleteo de alarma. Las cajeras pedían en voz alta y desesperada billetes para dar cambio. El problema era que solo tenían centavos para devolvernos. Y a la gente no le gusta esa proliferación de “moneditas”.

Me ofrecí, de lo más orgullosa con mi monedero especial y pesadísimo a solucionar el problema, con monedas de una denominación un poco más alta, porque tiene bolsillitos especiales para cambio de todo, hasta centavos. Pero no, no llegaba y mi vuelto final aumentó notablemente el peso de la cartera.

En casa ya hay cantidad de centavos guardados en tubitos especiales de plástico. Hay quien llena alcancías durante todo el año con ellos, para romperlas en Navidad y comprarse algo bonito.

Pero la vida de los centavos ya está marcada. Nada tienen que hacer ante las muñequeras y tarjetas con las que destierras el efectivo para siempre de tu vida.

Canadá dejó de fabricar centavos hace tiempo y ahora los Estados Unidos, que había hecho de sus centavos un símbolo, también se lo plantea.

Se inventaron en épocas en que una pequeña cantidad de efectivo podía comprar más cosas que hoy. Representaban exactitud y confianza.

Con ellos se podían hacer transacciones precisas, se daba un cambio exacto.

Además, tienen un valor histórico y conmemorativo: las caras de héroes, reyes, presidentes se grabaron en ellos y las veían millones de personas.

Pero la inflación limó su estimación y el costo de fabricarlos con cobre, níquel, zinc, es mayor que lo que valen. Esos metales han subido de precio de manera considerable, mientras la tecnología de pago digital erosiona la importancia de la moneda física.

Ahora hay operaciones más seguras y rápidas. A través de ellas se ofrecen servicios bancarios completos, lo que hace que, por comodidad, cada vez más gente los usa en la calle y en el pago en línea, a través de aplicaciones que se reflejan inmediatamente en nuestras cuentas, así que hace todo el tema de gastos e ingresos más transparente.

Sin hablar que cuando la pandemia, las monedas, en contacto con las personas, eran sospechosas de transmitir el virus, por lo que muchos adoptaron sin pensarlo el pago sin efectivo.

Hace años inicié una colección numismática. Me encantaba la historia detrás de cada moneda y billete, los cuentos acerca del valor extraordinario de las piezas raras. Pasados algunos años, le pasé la afición a mi hija. Esas colecciones se enriquecerán ahora con estos centavos, hoy más o menos despreciados y algún día objetos de deseo.

Lucy Gómez e1647642232444
Lucy Gómez Periodista, egresada de la Universidad Central de Venezuela. Fue jefe de redacción y de la sección política, de varios diarios de Caracas y Valencia, durante más de veinte años.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com

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