Me encantan las historias que parecen arrancadas de un guion de ciencia ficción, donde la realidad se viste de misterio para darnos un respiro en nuestro día a día.
Fue en noviembre de 2020, ese año que ya de por sí parecía sacado de una novela, cuando apareció un monolito metálico, brillante y enigmático, en el desierto de Utah, Estados Unidos. Tres metros de altura, perfectamente encajado en un paraje inhóspito. Lo descubrieron unos guardaparques en un sobrevuelo rutinario, pero su origen y propósito siguen siendo un enigma.
No pasó mucho tiempo antes de que el monolito desapareciera tan misteriosamente como había llegado. Una noche cualquiera, se esfumó, dejando atrás preguntas sin respuesta y un espacio vacío cargado de especulación. ¿Arte? ¿Marketing? ¿Extraterrestres?
¡Utah fue solo el inicio!
En cuestión de semanas, más monolitos empezaron a emerger en los lugares más inesperados: Rumanía, California, Australia, Colombia e incluso en los gélidos confines de la Antártida, donde hasta 60 estructuras fueron reportadas. Según MonolithTracker.com, más de 200 de estos objetos han sido registrados alrededor del mundo. Algunos eran simples paneles de acero inoxidable; otros, verdaderas obras de arte con grabados y detalles que desafiaban cualquier explicación lógica.
En una escala global, cada aparición despertaba teorías: ¿era un homenaje a 2001: Una odisea del espacio? Algunos colectivos, como The Most Famous Artist, reivindicaron la autoría de varios de ellos, pero no todos los casos fueron esclarecidos ni mucho menos.
El último de estos objetos, reportado en junio de este año cerca de la cima del Pico Gass en Nevada, brillaba solitario en medio de un paisaje árido. Ni las autoridades ni los lugareños pudieron determinar cómo llegó hasta allí. Parece que, al igual que las mejores novelas de misterio, estos monolitos se niegan a ser despojados de su enigma.
Tal vez nunca sepamos la verdad. Quizás los monolitos son un espejo, reflejando nuestra necesidad de asombro… o realmente puntos de señalización de vidas más inteligentes… o tal vez son simplemente un recordatorio de que, incluso en un mundo que parece haberlo visto todo, todavía hay espacio para el misterio.
Aquí les dejo la línea de tiempo de las apariciones de los monolitos.