Fuente: https://pt.wikipedia.org/
Sigo con el tema de las últimas dos semanas y te cuento sobre un tercer libro, quizás más inquietante que el Libro de Dzyan y El Manuscrito Voynich …
Curucuteando en una biblioteca, entre códices carcomidos y fragmentos de papiro, alguien tropezó con una referencia inquietante. No era un documento, sino una advertencia: «Que aquel que lea el Libro de Thot se prepare para su perdición, pues su conocimiento abre las puertas del cielo, pero condena su alma al abismo».
El mito del Libro de Thot, un texto atribuido al mismísimo dios egipcio, ha sido citado en innumerables fuentes, aunque no hay ninguna prueba concluyente de su existencia. El Papiro de Turis, del que solo se conservan unos fragmentos encriptados, menciona un códice de palabras capaces de otorgar el dominio sobre la tierra, los mares y los astros. ¿Pero acaso alguien ha visto el original? Como tantos otros textos prohibidos, su historia se envuelve en velos de misterio y contradicción.
Los textos herméticos, que siglos después influirían en el pensamiento de la alquimia renacentista, insinúan que el conocimiento contenido en el Libro de Thot no se perdió, sino que fue diseminado en escritos cifrados y transmitido en círculos secretos. Se dice que los sacerdotes egipcios, temerosos del poder que confería, lo destruyeron. Otros sostienen que un fragmento se conservó en la Biblioteca de Alejandría y se quemó, o que, como otros documentos heréticos, reposa en las profundidades del Vaticano, lejos de miradas indiscretas.
Las atribuciones de este libro son tan fantásticas como aterradoras: conjuros para controlar la naturaleza y para alcanzar la inmortalidad; capacidad de revivir a los muertos, de hablar con los animales y con los dioses. Una obra que promete la sabiduría absoluta, pero con un precio elevado: la locura, la muerte o el olvido.
¿Existió realmente el Libro de Thot o es solo la representación de un anhelo humano, la búsqueda del conocimiento prohibido? Dicen que es el origen del Tarot y que hasta Freud lo creía así…
Los pocos que afirmaron haberlo leído no vivieron lo suficiente para contárnoslo.
¡O quizás lo hicieron, y sus palabras fueron cuidadosamente silenciadas!
suzansezille@gmail.com
IG @tomadodeaquiydealla