Gente que Cuenta

Te cuento que…
por Suzan Matteo

London Atril press
“Porque el frío no es solo un enemigo implacable, sino también una obsesión moderna…”

Uno no sabe lo que es el frío hasta que lo vive. Eso pensé esta mañana, en este rincón gris y húmedo del Reino Unido, cuando la aplicación del tiempo en mi celular me señalaba temperaturas que harían llorar a un oso polar.

En Caracas, donde crecí, el termómetro era un objeto decorativo que se miraba más por curiosidad que por necesidad. Allí, todo el año es primavera.

Curiosamente, hoy 22 de diciembre, se celebra el Día Mundial del Termómetro, un homenaje a un objeto que comenzó con Galileo Galilei, ese genio italiano que, en el siglo XVII, tuvo la ocurrencia de inventar el termoscopio. Básicamente, un tubo de vidrio con agua que subía o bajaba según la temperatura. Muy bonito, pero inútil para decirte si podías salir sin abrigo. Fue un siglo después cuando el prusiano Daniel Fahrenheit desarrolló el primer termómetro de mercurio y le puso una escala.

Luego, Anders Celsius, el sueco que le da nombre a la escala métrica, tuvo la brillante idea de invertirla: cero grados era el punto de ebullición y 100 el de congelación. Genialidad que corrigieron otros, pero que nos recuerda lo complicada que puede ser la evolución de lo simple.

Y de ahí pasamos a los termómetros digitales, que ahora ya no necesitas tener en casa. Porque hoy en día el termómetro está en tu bolsillo, integrado en esa bendita aplicación del tiempo que te avisa que hoy, además de frío, habrá lluvia.

Y uno, que ha dejado los trópicos por estas latitudes donde el sol es más mito que realidad, no puede evitar suspirar por Caracas. Ahí, en esa eterna primavera, el termómetro era un accesorio olvidado; aquí, es el amo absoluto de tus decisiones.

Porque el frío no es solo un enemigo implacable, sino también una obsesión moderna. Consultamos la temperatura más que las noticias, y cada vez que lo hacemos, Galileo y Fahrenheit deben reírse en sus tumbas. Ellos querían medir el mundo; nosotros solo queremos saber si hoy toca abrigo, paraguas o resignación.

Y en este diciembre que me encuentra lejos del Caribe, mientras la pantalla de mi celular me amenaza: «3 grados, sensación térmica de -1», pienso en Caracas, en qué hago aquí si apenas ayer 21 comenzó el invierno, y en ¡lo que se hace por los nietos!

Suzan Matteo Atril press
Suzan Sezille de Matteo es caraqueña, cosecha del 52; ingeniero industrial aplicada al área social; esposa, madre de dos, que ahora abuelea y escribe desde Inglaterra.
suzansezille@gmail.com
IG @tomadodeaquiydealla

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