Virgen del árbol seco, 1450
La Virgen del árbol seco es el título del nuevo libro de Patricia Guzmán y es el nombre de un cuadro interesante y cautivador de Petrus Christus. Hago este comentario porque la nueva obra editorial citada está inspirada en esa pequeña pintura, pero su tamaño no minimiza su belleza. Yo encuentro un cierto surrealismo en la obra que en su tiempo resultó innovadora porque Petrus utilizó la perspectiva, algo novedoso en el siglo XV.
El libro de versos también es original porque es una invitación a la contemplación y es precisamente eso lo que genera el citado cuadro. Incita a perderse entre las ramas secas que sirven de soporte a la imagen de María que carga a su hijo.
El prólogo es de Ana María Hurtado, poetisa y psiquiatra, quien observa esta obra desde dos planos, el de la palabra, el ritmo y la estética literaria y desde lo psicológico, qué emociones y estado de ánimo puede provocar. Hurtado explica que “trasciende lo estrictamente literario y nos introduce en el terreno de una meditación, una oración, un fenómeno visionario insertado en una refinada y sensible vivencia del alma”.
Los estudiosos del arte dicen que el árbol marchito representa el pecado original que borró la belleza del paraíso. Pero junto a ese patetismo está El Redentor y el globo dorado que tiene en sus manos representa ese mundo que él salvará.
Y aunque el libro no es de carácter religioso encontramos en sus páginas el comentario de María García de Fleury, quien pertenece a movimientos marianos. Ella agrega: “La lectura de este poema es una invitación a detenernos, a considerar y encontrar el tiempo, para descubrir lo que es realmente relevante”.
Gisela Cappellin ediciones, que acostumbra presentar libros que son pequeñas obras de arte, quiso que los detalles físicos llamaran la atención y encarga a Carmen Verde Arocha la labor editorial, mientras que Luis Eduardo Giraldo logró que el diseño armonice con la palabra y la impresión está a cargo de Javier Aizpurua, maestro en este oficio.
Foto: Lisbeth Salas
Patricia Guzmán es una de nuestras importantes poetisas. Ella ha reunido un trabajo de profunda belleza literaria y desarrollado una actividad periodística enriquecedora e irrepetible en el campo del arte.
“Siento el llamado de una voz triste y desgarradora, / en lo alto del árbol de las ramas secas. / Es la voz de la afligida Filomena / –nombre dado por San Juan al ruiseñor quejoso– / la tórtola enamorada de Lope de Vega, / hasta convertir en alborozado cántico extático / su miserable canto dolido por desamor”.
Comunicadora Social egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas. Ha ejercido el periodismo en galerías de arte, en el diario El Universal, mantiene el espacio Madame Glamour en el programa radial Las entrevistas de Carolina. Escribe de moda, arte y estilo de vida.
mayte.navarros@gmail.com