Principios de los 70. Yo, en la pre adolescencia. En ese momento, teníamos un pequeño aparato de radio en casa. Y no había FM.
La programación musical de las estaciones de radio en ese momento era mucho más rica. Se escucharon Elis Regina, Isaurinha Garcia, Ângela Maria, Maysa, Elisete Cardoso, Nelson Gonçalves, Roberto Carlos, en su etapa más productiva, en la época de la Jovem Guarda, los maestros de samba, bossa nova, Frank Sinatra, Dean Martin , Ray Coniff, Vinicius de Moraes…
Y el rock and roll.
Elvis Presley, Beatles, Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Mutantes, Los Increíbles, Joven Guarda. Esa profusión de sonidos en medio de las noticias sobre la guerra de Vietnam.
Y en la tele, un sábado por la tarde, después del almuerzo, estaba viendo Sábado Som, un programa que conducía Big Boy, el DJ más importante de la época.
Ese día se mostró el concierto Pink Floyd: Live at Pompeii. Y en ese momento, viéndolo, el rock empezó a formar parte de mi vida. Fue como un latigazo.
A partir de entonces, comencé a seguir las noticias. Escuché con más atención. Compraba revistas. Leí sobre la cama de John Lennon y Yoko Ono por la paz mundial. Y en consecuencia, tomé nota de las protestas contra esta guerra. Y así nació mi conciencia política.
A partir de ahí empecé a tener la compañía de los Beatles, Rolling Stones, Doors, Who, el entonces rock sinfónico -que despertó mi gusto por la música clásica-, sí, Rick Wakeman y Emerson, Lake and Palmer, la música negra pasando por el blues…
No me hice músico. No he experimentado la vida loca de un rockero. Esto fue para pocos. Paciencia ….
Pero me ayudaron mucho en mi vida no tan loca.
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